Nico Hülkenberg disfrutará su carrera número 150 en la Fórmula 1 el próximo fin de semana, pero el piloto de Renault se centra en la batalla del mediocampo de su equipo, Renault, en lugar de en celebrar de forma especial el gran hito. Todo comenzó en 2010 para Hülkenberg cuando el joven pilotó consiguió reunir la suficviente confianza frente al equipo británico para que le otorgaran el volante de su Williams, en aras de ocupar un puesto en la parrilla del Gran Premio de Bahrein.
Ocho años y 149 carreras más tarde, el hombre que tiene el récord no deseado de más veces correr sin un podio final, está más interesado en el trabajo inmediato que en recontar las estadísticas. "Es un hito significativo haber competido en la Fórmula 1 durante tanto tiempo con tantas carreras en mi haber", admite, sin embargo. "Pero es solo un número en esta etapa y tenemos un desafío en nuestras manos en la batalla del mediocampo, así que voy a aprovechar mi experiencia y apuntar a un fin de semana positivo en Singapur".
De vuelta en la lucha
Hemos sabido últimamente que la escudería y constructora francesa ha estado preparando actualizaciones para los Renault para "mejorar el rendimiento" en Singapur.Las últimas noticias que hemos podido dar sobre la relación de amor-odio entre el piloto de Renault y este circuito nocturno no son un secreto. EN los últimos años no ha podido acabar la carrera, sin embargo, Hülkenberg ha perdido de vista ya las penalizaciones que pesaron en su haber durante la conducción en el GP de Monza, por ello la confianza está una vez más en aumento. "Hicimos todo lo que pudimos desde la parte posterior de la parrilla, y estoy satisfecho con cómo progresó el fin de semana", dice el alemán. "Es bueno que el equipo esté de vuelta en los puntos, especialmente en un circuito tan sensible como lo es Monza. Esperamos que las sanciones estén fuera de nuestro camino y nos dirijamos a Singapur con ánimo de confianza con el objetivo de tener ambos autos en los puntos".
Aun así, correr en Singapur es todo un desafío para todos los pilotos de Fórmula 1, un circuito único, iluminado con luz artificial, en unas condiciones fisiológicas algo movidas por el cambio de zona horaria, a lo que el joven piloto alemán está trabajando más para acostumbrarse. "Es un Grand Prix único en más de un sentido, y es la única carrera nocturna real que tenemos en el calendario. Competir bajo iluminación artificial lleva un tiempo acostumbrarse, pero Singapur lleva mucho tiempo en el calendario, se siente bastante normal. "No vemos demasiada luz cuando estamos trabajando, ya que todos nos movemos en la hora europea. Dormimos hasta la hora del almuerzo y luego comienza el trabajo. Las instalaciones en Singapur son realmente buenas, y es un lugar muy agradable para un Gran Premio", aseguraba Hülkenberg.