Tras diez años formando parte de la parrilla de Fórmula 1, Nico Hülkenberg afrontó en Abu Dabi la que por ahora será su última carrera. Cada aficionado tendrá su opinión al respecto, pero la realidad es que Renault decidió poner punto y final a su acuerdo con el piloto alemán, otras opciones no salieron o no convencieron al piloto, ya que su objetivo era una escudería mejor. Por lo que la puerta de estar en 2020 de nuevo en la parrilla se cerró para él. Desde luego, Nico no ve este suceso como el final o como el momento de retirarse, tan solo aprovechará el año para descansar y barajar otras opciones. Menos viajes, menos rutinas agobiantes, estudiar la posibilidad de volver a la parrilla de Fórmula 1 o emprender un nuevo viaje en otras categorías. Eso será algo que Hülkenberg estudiará con calma a lo largo de 2020.
Algunas opciones se presentaron para que Nico pudiera llegar al podio y cumplir con unos objetivos mayores. Pero la falta de fortuna se cruzó en el último momento. El golpe más duro se lo llevó esta temporada y en su propia casa, cuando rodaba segundo con solvencia y el trazado junto al agua decidió jugarle una mala pasada. Esa curva dejó fuera a muchos, pero Nico estaba ante su gran oportunidad, delante de su gente y todo quedó en nada. El coche fuera de carrera y la decepción y el enfado enfurecían bajo el casco del alemán que se quedó en los alrededores del trazado, tratando de asumir lo sucedido. Le llevó días poder recomponerse, pero es como todo, ya no se puede cambiar. Él mismo asegura que no es una persona de pensar en qué debería haber hecho diferente, las cosas pasan, hay que aceptarlo y seguir adelante. Esa es su filosofía y así enfoca este nuevo momento de su carrera. El sueño de la F1 comenzó para él a los 7 años, por aquel entonces no podía pensar en un ciclo de 10 años.
Se muestra satisfecho con lo que ha logrado, se ha mostrado fuerte en la zona media y un piloto de gran valor para tener en el equipo. Sólido y constante, poco errático y que colaboró de forma efectiva en el progreso del equipo galo. Nunca tuvo la oportunidad de pilotar para un equipo top o de la zona puntera de la parrilla. En su poder quedan dos vueltas rápidas y su pole en Brasil con Williams en 2010. el niño de Emmerich que con 7 años soñaba con llegar a la F1, hoy se despide por ahora de la competición, muchos echarán de menos su presencia y esperarán su vuelta al volante.
La oportunidad se fue, toca aceptar
"No soy el tipo que dice 'coulda, woulda, debería haber' porque se ha ido la oportunidad. Sucedió, es como es, solo tienes que aprender de eso. En algún momento se debe cerrar ese capítulo, seguir adelante e intentar hacerlo mejor. Por supuesto, hay situaciones que si las reviviera, sé lo que haría de manera diferente. Pero en general, estoy feliz, no estoy amargado. Me hubiera encantado tener un par de podios o victorias a mi nombre. Pero nunca tuve la suerte de estar en un coche superior. Aunque debo decir que hubo momentos para obtener podios, pero por falta de fortuna siempre hubo una circunstancia que lo impidió. Sí, alguna vez he perdido oportunidades y no fue frustrante, pero más no porque sé por qué no sucedió. Me gustaría cambiar el hecho de que tengo ese registro a mi nombre, pero al menos tengo un registro. Otra cosa sería si lo quiero o no, pero puedo vivir con él".
La decepción llegó en casa
"Durante semanas estuve pensando en ello, tratando de digerir ese golpe. Fue difícil para mí aceptar cómo terminó esa carrera, con ese incidente. Pero en un momento debes despertarte y ser realista, se ha ido y tienes que seguir adelante. Tienes que encontrar la manera de pasar".
Su última etapa junto a Renault
"Nos esforzamos mucho, hicimos buenas mejoras desde el principio y algunas grandes ganancias, especialmente en 2017. Después de eso, fue un poco más complicado. El progreso, especialmente este año 2019, se ha perdido un poco. Este ha sido un año difícil, pero ese es el desafío de la F1. En general, creo que he sido útil con el equipo, siempre lo he intentado mucho, sin duda he acumulado un par de puntos, he intentado impulsar al equipo y hacer mi parte bien. Personalmente, ha sido un año desafiante, ha estado arriba y abajo. Fue difícil lograr un buen impulso esta temporada. Tuvimos signos de resultados realmente buenos, pero luego el siguiente cayó nuevamente. También hubo un montón de problemas técnicos que fueron bastante costosos, por lo que es difícil seguir adelante, encontrar el equilibrio adecuado y siempre llegar al punto ideal. No me siento cien por cien contento con todo lo que he producido este año. Ya que la verdad es que cometí un par de errores de mi parte y no siempre encontré el rendimiento que quería. Pero por eso la F1 es tan complicada y desafiante".
No es el final, solo un momento de reflexión
"No lo siento como una retirada para mí. Sí, no estaré en la parrilla el próximo año, pero no parece que sea el final. 2020 tiene de entrada mucho más tiempo libre para mí, menos viajes. Una parte de mí está emocionada por eso, cerrando este capítulo de mi vida, será un horario y un ritmo diferentes el próximo año, sin tener que pasar por la rutina de pretemporada, las pruebas de invierno, ir a Australia. Va a ser diferente. Parte de mí espera esa vida diferente con más libertad. Haces lo que quieres, cuando quieres. Quiero tomarme un par de meses para desconectarme, dar un paso atrás, ver a dónde me llevan mis intereses, dónde está el incendio y luego ver si hay posibilidades en algún lugar. Es emocionante esa incertidumbre, pero siento que tal vez el descanso me hará bien".
Un sueño de la infancia que se hizo realidad
"Comencé a perseguir el sueño de la F1 cuando tenía siete años y si alguien me lo hubiera dicho entonces tendrías una carrera de 10 años, habría dicho que estaba loco, pero lo habría aceptado. Está bien, estoy satisfecho, estoy de acuerdo con eso. He sido bastante fiable y consistente en los equipos de la zona media de la parrilla. No necesito esconderme".