La primera ronda de la sesión clasificatoria del Gran Premio de Mónaco es una realmente complicada por el factor tráfico. Marcar una vuelta rápida limpia es difícil porque hay que lidiar con otros 19 coches, así que encontrar el hueco necesario para no estar pendiente del coche de delante es un desafío. Por ello, como comenta Nico Hülkenberg, el contacto por radio entre el ingeniero de pista y el piloto debe ser constante y preciso porque puedes salir perdiendo por culpa de una penalización o no mejoras lo suficiente para pasar de ronda. Por ese motivo, la Q1 es el principal dolor de cabeza.
Nico Hülkenberg:
"La comunicación es la clave. Para sobrevivir en esta pista tan estrecha, sin rectas reales, cada equipo y sus pilotos tienen que estar preparados para los numerosos imprevistos que hay todo el tiempo".