Este año puede ser el más importante de Lewis Hamilton en su carrera deportiva, y es que de alzarse con el título se convertirá en el hombre más laureado de la historia de la categoría reina del automovilismo. Muchos consideran que de no ser por la superioridad del monoplaza no habría cosechado tantos éxitos, sin embargo, el británico se arriesgó dejando McLaren (con quien había ganado el Mundial en 2008) y se marchó a un equipo en pleno proceso de crecimiento. El jefe de estrategia de la escudería de Brackley, James Vowles, recuerda cómo se enjuició a Hamilton por cambiar de equipo y apostar por un nuevo proyecto que finalmente acabó dando sus frutos: "Cuando Lewis se unió a nosotros, fue tratado como un mercenario. Llegó aquí para ganar carreras, y lo cierto es que ese deseo de victoria nunca se ha apagado. No obstante, se dio cuenta de que hay que ganar como equipo, y al ser un hombre de conjunto se ha convertido en el piloto más exitoso de la historia. Un piloto no puede hacerlo todo él solo, y él es una persona muy diferente ahora mismo en comparación a cuando llegó", ha expresado en el podcast oficial de la Fórmula 1, Beyond The Grid.
Cada año es mejor
Por otro lado, el director deportivo de Mercedes, Ron Meadows, destaca la evolución del heptacampeón del mundo desde su llegada a la escudería germana, ya que pasó de ser muy vehemente a saber gestionar las carreras y afrontar ciertas situaciones desde la madurez y la sensatez: "Al principio, su deseo de ganar se veía en su forma de pilotaje. Con el transcurso de los años, ha empezado a ser más calculador y desde la primera vuelta está pensando en el título y en cuidar el monoplaza y los neumáticos. Sus formas de encarar el fin de semana y de pensar en el coche ahora son más limpias y más clínicas", ha añadido a las declaraciones de su compañero.