Ferrari no ha arrancado con buen pie este año. Problemas técnicos, sanciones y abandonos que les han llevado a ocupar en estos momentos la cuarta plaza del Mundial de Constructores. Por si esto fuera poco, el SF-23 es competitivo a una vuelta, pero lo pierde todo en las tandas largas, por lo que el margen de mejora es muy amplio hasta acercarse al rival a batir, Red Bull. El máximo responsable de la escudería italiana, Frédéric Vasseur, explica que llegarán novedades al monoplaza en futuros Grandes Premios, aunque serán de forma escalonada, de modo que en Bakú no habrá tanta revolución como se esperaba. Asimismo, confirma que serán actualizaciones, no un coche 2.0 como apuntaban algunos.
No habrá un monoplaza nuevo de reserva
"Tenemos un flujo de actualizaciones, pero algunas no llegarán a Bakú, pues tenemos un paquete adaptado a la carga aerodinámica y, además, no es lo más fácil probarlas con las carreras al sprint. Pero en Miami, Imola, Mónaco y Barcelona no, por lo que en cada carrera tendremos una actualización. Nos estamos ciñendo al plan. Hemos llevado a cabo algunos ajustes en términos de equilibrio y comportamiento; el coche fue mucho mejor en Melbourne y seguiremos en esta dirección. Vamos a acelerar. Pondremos todos los recursos para acelerar el proceso. Las actualizaciones que estaban previstas para Barcelona llegarán en Imola, así que tendremos la actualización una o dos carreras por adelantado", asevera en palabras recogidas por Motorsport Week.
"No es un 'coche B'. No vendremos con algo completamente diferente. Continuaremos actualizando este e intentaremos actualizarlo de forma masiva. Con la restricción del túnel del viento, no quiero decir que no tenga sentido, pero si hay que empezar de cero es muy complicado. Nos adaptaremos a las circunstancias, si bien no puedes cambiar algo masivamente en el transcurso de la temporada", señala para finalizar.