El invierno se estaba haciendo largo tras un final de mundial apoteósico en 2021 en el que todo se decidió en un último suspiro. Tras esa emoción y nerviosismo fue complicado aceptar la soledad del invierno sin los domingos de carreras. Pero poco a poco la nueva temporada fue abriéndose paso, primero con los primeros rugidos del encendido de motores que los equipos publicaban en sus redes, después con las presentaciones de los nuevos monoplazas y por último con los test, primero en Barcelona y luego en el propio Baréin ya. Sin mucho más tiempo que esperar ya se daba inicio al campeonato de forma oficial el pasado viernes con la primera jornada de entrenamientos libres. Después todo comenzó a engranarse y sesión tras sesión llegamos a una clasificación que nos metió de lleno en el fragor de la batalla. Red Bull y Ferrari peleaban en lo más alto por la pole y se pudo corroborar que Mercedes había dado un paso atrás con sus problemas y estaba fuera de la lucha.
Con Charles Leclerc en la posición de honor de la parrilla daba comienzo el primer Gran Premio del año, pero sabemos que tener la pole en Baréin no es sinónimo de victoria asegurada. Y así fue, el monegasco se lo tuvo que trabajar de principio a fin porque Max Verstappen no iba a darse por vencido, el vigente Campeón del Mundo quería comenzar el año ganando y dejando atrás a sus rivales. Aunque eso no quedó más que en intención porque su Red Bull no pudo aguantar hasta el final y la fiabilidad del nuevo monoplaza de las bebidas energéticas tuvo que poner rumbo a la calle de boxes antes de tiempo para abandonar la prueba. Un cero inesperado a poco tiempo del final que nadie esperaba, Charles Leclerc voló en solitario desde ese momento hacia su primera victoria de 2022 y es que visto el rendimiento del nuevo Ferrari, esta no será la última que escuchemos sus himnos en la ceremonia del podio.
La salida y el rumbo hacia las primeras paradas
El arranque de la carrera pintaba bonito con la alternancia de equipos en las primeras posiciones, habíamos visto muchas pruebas, pero no habíamos visto la lucha real que se genera en batalla. Tras la vuelta de formación todos ocupaban sus lugares de salida en la parrilla, con todos parados en sus cajones veíamos cómo el procedimiento habitual del semáforo comenzaba, el protocolo se cumplía y los semáforos se apagaban. Los pilotos exprimían sus monoplazas en el arranque para lograr hacer buenas salidas y no perder posiciones, por arriba veíamos algunas carencias y otros que firmaban buenos movimientos, Hamilton lo hizo muy bien y también Leclerc, que no concedió oportunidad a Verstappen, el monegasco se lanzó al interior para guardar su primera plaza. Por detrás sorprendió el mal movimiento de Bottas, el nuevo piloto de Alfa salió fuera de forma y acabó perdiendo varias posiciones, cayó a la parte final de la tabla.
En los primeros giros veíamos algunos ataques y también defensas por todas partes, cabe destacar también el buen hacer de Kevin Magnussen, pues defendió con honor los intereses de su equipo de principio a fin, firmando una de las mejores pruebas de la jornada. Poco a poco las cosas iban calmándose sobre el asfalto, las distancias se estabilizaban y los pilotos se centraban en cuidar sus gomas. Hasta que Verstappen optó por parar antes que sus rivales, el número 1 se adelantó y paró antes que Charles, más tarde Ferrari detuvo a su piloto y una vez le envió de regreso a la batalla en pista tuvimos uno de los mano a mano del fin de semana. Max Verstappen y Charles Leclerc, se sobrepasaban en varias ocasiones el uno al otro vuelta tras vuelta. El neerlandés superaba al Ferrari en la primera curva, pero este se enganchaba al Red Bull para devolverle el ataque en la siguiente oportunidad de adelantamiento. El 16 de Maranello logró llevar se el gato al agua en esa ocasión y volvió a poner tierra de por medio tras la batalla. Una de las batallas más al límite que vimos fue la vivida entre esteban Ocon y Mick Schumacher, el galo acabó tocando al alemán, quien hizo un 360º perfecto. El de Alpine fue sancionado por ello.
Un poco de relax y luego la fiabilidad entró en juego
Tras las batallas derivadas del cambio de compuestos veíamos cierta calma en pista, todos rodaban estables y podían seguirse de cerca, pero una vez abrían DRS la posibilidad de adelantamiento no se hacía tan clara. Así iban pasando las vueltas hasta llegar al principio del caos. El Alpha Tauri de Pierre Gasly comenzaba a dejar ver salir de su motor algunas llamas y el galo tuvo que hacerse a un lado de inmediato. Su carrera había terminado, todo se paró en el volante y las llamas se apoderaban de la parte trasera de su coche. La realización mostraba cómo la luz de seguridad del coche de Faenza estaba activa y nadie podía tocarlo para sacarlo de ese lugar. El Safety Car lideraba en ese instante al grupo y la gran mayoría de los protagonistas decidían hacer una parada más.
Una vez lograron retirar el coche del piloto francés los coches con vuelta perdida se marchaban del grupo y todo se ordenaba para una nueva salida lanzada. Max se medio emparejaba con Leclerc para no darle tregua al monegasco, pero el 16 jugaba sus cartas en la relanzada y dejaba atrás al de Red Bull con soltura. Carlos Sainz trataba de superar al de Red Bull, fue cerca ya del final de la prueba cuando el coche de Max no aguantaba y el 1 tenía que abandonar la cita. Previamente se había quejado de problemas en la dirección, pues el volante le daba problemas. Tras eso aparecían problemas también con la batería de su Red Bull y perdía posiciones en la general. Con Max fuera de carrera el podio recibía a Checo en las tres primeras plazas, pero en la última vuelta y ante la presión de Lewis Hamilton, el mexicano trompeaba en las primeras curvas y todos le superaban. Finalizando la carrera con victoria de Charles Leclerc, tras él Carlos Sainz y cerrando el podio Lewis Hamilton y dos ceros para los chicos de Red Bull que partían con el cartel de favoritos en este arranque de mundial.