Tras una semana de descanso y analisis de lo registrado hasta la fecha, la Fórmula 1se enfrentaba al desafío de Eau Rouge, lo que no sabían en Maranello es que esta jornada de viernes, al menos, se les iba a hacer tan cuesta arriba en el bosque de las Ardenas. Podríamos obviar hablar de los tiempos que han hecho los coches rojos en las dos primeras sesiones de entrenamientos libres, de alguna forma no son siempre significativos. Ya sabíamos que 2020 no está siendo una temporada para recordar, más bien es un año para esperar que pase cuanto antes y que no ahonde en el recuerdo de muchos. El monoplaza está muy lejos de ser la máquina que esperan tener los pilotos de la Scuderia del Cavallino Rampante, y no digamos ya de los aficionados, la decepción es notable y las críticas rara vez faltan cada domingo o lunes después de los Grandes Premios.
Los Mercedes volvieron a llevar las riendas de la primera sesión de viernes, Max Verstappen y Daniel Ricciardo asumieron el poder de las primeras posiciones en la ronda vespertina. Para ver a los de Ferrari debíamos echar una mirada muy abajo, ni siquiera entre los diez primeros. La mañana dejó varados a Charles Leclerc y Sebastian Vettel en la decimocuarta y decimoquinta posición, a 1.266 segundos y 1.686 segundos respectivamente del líder, Valtteri Bottas. La tarde no mejoró para ellos, incluso fue peor si volvemos a hacer referencia a los tiempos por vuelta. El monegasco firmó el decimoquinto mejor registro, a 1.696 del Red Bull de Max Verstappen. El piloto alemán fue decimoséptimo y a 1.939 de la primera plaza. Se dice pronto, pero por si fuera poco caer hasta las últimas posiciones, los Ferrari estuvieron rodando entre un segundo y medio o dos segundos de los puestos de cabeza. Esto es una debacle clarísima, Spa es un circuito habitual en el calendario de la Fórmula 1 y en Ferrari no han hecho nada para estar a la altura. No debería haberles pillado por sorpresa, pero si estos tiempos hacen que los tifosi se lleven las manos a la cabeza, lo asombroso es que en el equipo esperan que la solución llegue del cielo. Esperan que la lluvia o algo inesperado les haga subir puestos, esos puestos que no son capaces de alcanzar por su nefasto rendimiento. Es tremendamente triste ver cómo un equipo histórico toca fondo de esta manera y sus encargados no hacen gran cosa para remediarlo.
Charles Leclerc (14° y 15°):
"Fue un día muy difícil. Realmente estamos luchando con el equilibrio del coche. Intentamos bastantes cosas en la segunda sesión, incluido algo bastante agresivo en términos de nivel de carga aerodinámica, pero no funcionó del todo. Probablemente sea una sorpresa estar tan atrás, pero en este momento nos falta ritmo y tenemos que trabajar duro para ponernos al día. Pero no espero milagros este fin de semana. Nuestro trabajo como pilotos es dar lo mejor de nosotros y eso es lo que estoy tratando de hacer. Ha sucedido antes que hemos estado luchando el viernes y luego hemos encontrado una solución el sábado, así que espero que este sea el caso mañana".
Sebastian Vettel (15° y 17°):
"Fue un día difícil para nosotros. El coche era complicado y difícil de conducir y no estamos donde deberíamos estar ya que luchábamos con el equilibrio. Estamos buscando opciones para la puesta a punto e intentamos algo diferente. Estoy seguro de que mañana será un poco mejor, pero aún no sabemos cómo estará el tiempo. Este año pudimos vislumbrar condiciones de lluvia en Austria, por lo que somos conscientes de que no será la cosa más fácil de manejar, pero siempre brinda la oportunidad de mezclar las cosas, así que esperemos y veamos qué sucede".