Uno de los aspectos más difíciles para un piloto de Fórmula 1 es compaginar la vida profesional con la privada, y más aún cuando se es una estrella de la categoría reina del automovilismo, como es el caso de Lewis Hamilton. El británico, aparte de sus diferentes compromisos, tiene algunos hobbies que le dejan poco tiempo para el descanso, lo que a la larga podría acabar afectando a su rendimiento. Así lo consideraba al menos Niki Lauda, como bien explica el piloto de Mercedes, a quien el tricampeón del mundo aconsejó no distraerse durante los fines de semana de competición. Si bien el número '44' siempre ha demostrado dar el cien por cien de sus capacidades cada vez que se sube al monoplaza, reconoce que en ocasiones se le hace muy cuesta arriba, ya que tiene numerosos compromisos que le impiden relajarse tanto como le gustaría.
Mucho ajetreo
"Una vez que estuve en Nueva York en un desfile de moda y después fui directamente al circuito, Niki me dijo que no podía hacer eso. Sin embargo, en clasificación hice la Pole y se vio que sí podía hacerlo. No podría realizar todo eso si no fuera piloto de carreras, por lo que me corresponde establecer los límites. Soy consciente de hasta dónde pudo llegar. No es fácil seguir todos mis intereses. La gente intenta que parezca sencillo, pero para mí no lo es en absoluto. Tengo un gran equipo conmigo y considero que tengo más compromisos que cualquier otro piloto. Encontrar el equilibrio adecuado es lo más complicado, ya que nunca es agradable que te digan que has competido mal porque estabas distraído con otras cosas", ha señalado en una entrevista concedida a Sky Sports Italia.