El pasado mes de julio, Alpine vivió una auténtica reestructuración de su plantilla con las repentinas salidas de Otmar Szafnauer, Laurent Rossi y Pat Fry. Estas despedidas pillaron por sorpresa a la gran mayoría, pero lo cierto es que no se llegaron a dar razones de peso respecto a esta dura determinación. Ahora, el director ejecutivo del Grupo Renault, Luca de Meo, ha querido explicar lo acontecido, aseverando que ninguno de ellos cumplió con los objetivos que habían establecido, faltando por tanto a su palabra y decepcionando a toda la cúpula. Y es que, como bien afirma, si por algo se caracteriza Alpine es por su elevada exigencia y sus rigurosas cuotas de trabajo.
Adiós inesperado
"Me prometieron cosas que no se cumplieron. Cuando le dices una cosa a tu jefe, entonces tienes que hacerlo, es la dinámica de la empresa. Parecía una acción brutal y lo era, sin embargo, estamos detrás de los objetivos marcados. No es que yo fijara esos objetivos, sino que ellos mismos los fijaron, los comunicaron y no funcionó porque no teníamos la trayectoria correcta. Creo mucho en el proyecto de Alpine en Fórmula 1, pero muchas veces los empresarios creen que la Fórmula 1 funciona de la misma manera", ha comentado en unas declaraciones publicadas por el portal web Motorsport Italia.
"Es como el empresario que entra en política: la política no funciona como un negocio. Y en los Grandes Premios, para hacer algo como Red Bull o Mercedes, hay que seguir trabajando, hay que ser humilde y cambiar las cosas. Ahora tenemos que llevar a cabo un trabajo de relanzamiento pieza a pieza. Las historias sobre querer vender el equipo son patrañas... La Fórmula 1 forma parte del proyecto de Alpine tanto como la resistencia y otras carreras, de modo que tenemos que seguir adelante y crecer".