El aplazamiento de carreras debido a la pandemia que preocupa ahora mismo a todo el planeta supone que la F1 se vea obligada a aplazar más planes. Para 2021 estaba previsto llevar a cabo un gran cambio en la parrilla de F1, un cambio de concepto, desde los monoplazas hasta la regulación. Un cambio que podía marcar el fin de una era y abrir otra diferente, pero todo eso tendrá que esperar y mantenerse bajo las sombras durante un año más.
Las carreras aplazadas suponen una pérdida de 100 millones según explicaba el asesor de Red Bull, Helmut Marko, eso hablando solo de cinco Grandes Premios. Sin embargo, ya son ocho los cancelados, en el horizonte se ha fijado la prueba de Canadá como punto de partida del campeonato de 2020. En Montreal las tareas siguen en marcha, pero habrá que esperar para ver si finalmente se disputa esa primera cita del año. Por ahora, solo Australia y Mónaco están oficialmente canceladas, pero a la lista de pospuestas se suman ya seis citas más, Baréin, Vietnam, China, Holanda, España y Bakú, esta última se oficializó el pasado lunes. No hay que olvidar que esto es deporte, sí, pero también existe la parte de negocio, y en esta ocasión se está viendo dañada como apunta Marko.
Las pérdidas obligan a aplazar los cambios previstos
"Tiene mucho sentido, todos los equipos se enfrentan a una pérdida de ingresos. Si se cancelan cinco carreras, se perderán 100 millones. Ahora tenemos regulaciones estables, si congelamos ese cambio, el coste caerá enormemente. Los cambios en la regulación caerán por debajo del límite presupuestario previsto".
Red Bull no solo pierde como equipo
"Tiene que seguir adelante la carrera de Austria. Nuestras actividades de marketing deberían comenzar a mediados de mayo y mantendremos todos los planes actualizados".