El Gran Premio de Baréin nos dejó grandes batallas en pista. Una de ellas estuvo protagonizada por dos ex compañeros, Max Verstappen y Carlos Sainz, en esta ocasión bajo las órdenes de dos escuderías diferentes y con monoplazas, a priori, muy dispares en cuanto a rendimiento. El piloto de McLaren mostró un ritmo imponente en las primeras vueltas que le permitió tutear a todo un Red Bull, el cual hace meses era completamente inalcanzable para los hombres de Woking. Al ver una oportunidad tan poco frecuente, el español no dudó en atacarle, pero su acto de valentía se vio castigado al chocar rueda con rueda con el neerlandés y pinchar el neumático delantero derecho de su MCL34; hecho que le obligó a parar en boxes y, por ende, volver a pista en la última posición. Ya en la recta final de la carrera, el número '55' sufriría un problema en su caja de cambios que le obligaría a retirarse.
Tras bajarse del coche, Verstappen quiso restarle importancia al incidente (el cual fue investigado por Dirección de Carrera, sin sanción alguna para ninguno de los protagonistas), explicando que el toque probablemente se produjera debido a que Sainz no le vio entrar por el interior, por lo que se cerró demasiado en la curva y no le dejó espacio suficiente, originando un golpe inevitable que al final acabaría con el pinchazo en el monoplaza del madrileño de McLaren: "Obviamente, él frenó tarde en el exterior, pero yo también, ya que no ves realmente qué está pasando a tu alrededor con estos coches, así que pienso que él no me vio y luego nos tocamos rueda con rueda. Observé que él estaba girando, por lo que creo que no se percató de que yo estaba ahí. En ese momento yo tenía que mantenerme en el interior", explicaba el número '33' del equipo austriaco ante los medios de comunicación presentes en el circuito de Sakhir.
Mucha competitividad entre ambos
Entretanto, el español destacaba la fortuna de Verstappen en el encontronazo, pues lo normal es que ambos hubieran pinchado. Del mismo modo, asegura que el piloto de Hasselt le golpeó muy fuerte, haciendo gala de su habitual "agresividad", aunque en esta ocasión todo quedó como un lance de carrera en el que dos rivales se tocaron al luchar por posición: "Lo normal es que hubiésemos pinchado los dos y, por tanto, que nos hubiésemos quedado ambos fuera de carrera. Él ha tenido suerte de poder continuar, pero me ha dado muy, muy fuerte. Eso ha sido todo", señalaba el de McLaren.