Este año nacía una nueva relación en la Fórmula 1, la de Red Bull y Honda. Los japoneses, que habían vivido cuatro años nefastos junto a McLaren y no lo habían tenido fácil en su primera etapa con Toro Rosso, tenían como principal objetivo ayudar a los hombres de Milton Keynes en su escalada hacia la primera posición. Si bien el inicio de temporada no fue fácil, con algunos problemas de rendimiento, poco a poco la asociación ha ido dando sus frutos, y es que la escudería austriaca ha sido la única capaz de arrebatarle la victoria a Mercedes en 2019, y lo ha hecho ya en dos ocasiones. Todo apunta a que la unidad de potencia nipona seguirá dando pasos adelante, ya que se avecina una nueva especificación que debería dar más rendimiento al motor y hacer que el RB15 gane aún más competitividad, lo cual podría resultar crucial en la particular lucha que Red Bull mantiene con Ferrari por la segunda plaza del Campeonato de Constructores.
Max Verstappen, que se ha convertido en la principal amenaza de las flechas plateadas en los últimos Grandes Premios, se muestra muy satisfecho con la progresión de la marca japonesa y al mismo tiempo asegura que la relación no es comparable a la que mantenía con su antiguo motorista, Renault, donde reinaba el sentimiento de frustración: "Nunca he tenido que dar un puñetazo en la mesa. Honda, al igual que nosotros, siempre quiere más y mejor. Es una mentalidad completamente diferente a la que estábamos acostumbrados", ha explicado en unas palabras concedidas al diario holandés De Telegraaf.
Misma meta
Por otro lado, el piloto de Hasselt ha querido hablar acerca de la diferencia cultural con Honda, lo que según McLaren suponía un problema a la hora de comunicarse. Algo que no comparte el número '33' de Red Bull, quien admite que es una situación a la que se acaba acostumbrando, ya que todos tienen el mismo objetivo, que es la victoria; un lenguaje universal para cualquier piloto, equipo y marca con mentalidad competitiva: "Lo divertido es que en realidad es una mezcla de culturas. El tipo que dirige el proyecto con nosotros es estadounidense, y también hay ingleses trabajando en Honda de Cosworth. Como es obvio, la cultura es muy diferente, pero la conoces con el tiempo. Al final tenemos el mismo objetivo: ganar, de modo que hablas el mismo idioma de forma muy rápida", señala para finalizar.