Y llegó la novena seguida. Max Verstappen ha luchado contra viento y marea para alzarse con el noveno triunfo consecutivo de la temporada, igualando así el récord de Sebastian Vettel. Tras él, nueva proeza de Fernando Alonso con un sideral segundo puesto, el cual no ha empequeñecido la tercera posición de Pierre Gasly, que ha sido otro de los grandes nombres de esta jornada dominical.
Los monoplazas abordaban la vuelta de formación cuando las nubes amenazaban extremadamente desde el cielo. Y vaya si lo hacían. Nada más apagarse los semáforos, las gotas comenzaban a caer en pista y originaban un caos total. Uno de los que mejor aprovechaban la situación era Fernando Alonso, que escalaba posiciones con gomas de seco y se situaba en tercera plaza tras pasar a Albon, Russell y Norris con varias maniobras descomunales. Todos con gomas rojas y la pista empapada, ese era el panorama de los primeros instantes, y lo que originaba diversidad de estrategias entre los equipos. Pérez y Leclerc entraban a boxes a montar intermedios, mientras que el resto de los de arriba apostaba por una segunda vuelta, lo que hacía que el piloto de Red Bull y el de Ferrari escalaran a lo más alto una vez que los demás comenzaban a pasar por el pit lane. Veíamos una variedad de gomas entre intermedias y secas, pero pese a ello Verstappen escalaba sin miramientos desde atrás, así como Alonso.
El agua causa estragos
Pérez perdía ritmo con sus gomas y veía cómo su compañero de garaje se acercaba a marchas forzadas desde atrás. Entretanto, Leclerc sufría con el alerón delantero dañado y dejaba pasar a Sainz, quien llegaba con más velocidad. Apenas había comenzado la carrera y era una odisea todo lo que estaba sucediendo sobre el asfalto, y es que la lluvia paraba con presteza y la pista se secaba rápidamente, lo que volvía a dar un vuelco a todo. Alonso en primera instancia, y Verstappen una vuelta después, entraban a boxes y montaban gomas de seco, mientras que Pérez se mantenía en pista y terminaba perdiendo el liderato de la carrera. Tras esto, la locura se desataba aún más con la aparición del Safety Car por un accidente de Logan Sargeant en la Curva 8. El de Williams no sufría daños físicos, pero se veía obligado a abandonar la carrera en la vuelta 16.
No habíamos alcanzado ni un tercio de la prueba y ya había pasado de todo, y lo cierto es que todavía faltaba mucho por decir. La bandera verde daba lugar a numerosas batallas, aunque no en lo más alto. Albon, Norris y Hamilton remontaban desde atrás, mientras que arriba Verstappen y Pérez se marchaban, al mismo tiempo que Alonso mantenía un sólido ritmo sobre sus inmediatos perseguidores, Gasly (con cinco segundos de penalización) y Sainz. Más atrás, Leclerc seguía desangrándose en parrilla, viéndose adelantado hasta por el apuntador con los daños en su monoplaza. Avanzaba la carrera y la amenaza de lluvia volvía a sobrevolar Zandvoort, si bien la primera se desvanecía. Gasly perdía posición con Sainz y Alonso sufría una mala parada de 8,3 segundos que le llevaba a perder plaza también con el de Ferrari. Al mismo tiempo, Leclerc abandonaba de manera definitiva al perder casi 60 puntos de carga aerodinámica, una auténtica barbaridad.
Aún faltaba un último cambio de argumento
Sumábamos giros y no variaban las dos primeras posiciones, pero sí las siguientes, pues Alonso pasaba fácilmente a Sainz y unas vueltas después hacía lo propio Gasly. Por su parte, Albon superaba a Russell para escalar posiciones y Hamilton batía a un combativo Norris. Pero estas batallas quedaban en un segundo plano con la nueva llegada de la lluvia, esta vez más intensa que en la primera ocasión. Verstappen y Alonso se la jugaban y se mantenían en pista, mientras que sus rivales directos sí entraban a boxes. La jugada les salía bien, pues mantenían sus posiciones una vez pasaban por el Pit Lane. El agua se agudizaba y comenzaba a provocar salidas de pista, entre ellas la de Checo Pérez, que perdía la segunda plaza en favor de Alonso. Otros también visitaban las escapatorias, pero uno lo hacía en exceso y acababa contra las protecciones: Guanyu Zhou. Esto derivaba en el Virtual Safety Car, para segundos después convertirse en bandera roja. La carrera se detenía, por tanto, ante la incertidumbre de si se volvería a relanzar.
Más de 40 minutos de inactividad presenciábamos hasta que la FIA decidía sacar el Coche de Seguridad con todos los monoplazas detrás. Se completaban dos giros tras este para dar paso a cinco vueltas de infarto en las que Verstappen defendía la victoria ante su público y Alonso buscaba la tan ansiada victoria 33. Y es que se veía la tensión en el momento en el que se ondeaba la bandera verde y los dos pilotos luchaban como jabatos por el escalón más alto del podio. Entretanto, Pérez recibía una penalización de cinco segundos por exceso de velocidad en boxes. Todo estaba por decidir aún, pero la tremenda solidez de Verstappen terminaba declinando la balanza a su favor sobre el bicampeón de Aston Martin, que no podía con él pese a poner toda la carne en el asador. No obstante, era votado como piloto del día y se llevaba el punto extra por la vuelta rápida.
Tras ellos, Pierre Gasly se hacía con el tercer puesto después de la sanción a Checo, que finalmente era 4º por delante del grupo de Sainz, Hamilton y Norris. Sin duda, un auténtico carrerón que se lleva el título de mejor cita del año hasta la fecha, y es que hemos tenido de todo. Países Bajos nos deja una prueba para el recuerdo que dará paso a un Gran Premio totalmente diferente, el de Italia en Monza.