El cambio de formato de Gran Premio ha generado expectación y curiosidad en este fin de semana. La carrera/clasificación al sprint era uno de los momentos álgidos y no ha decepcionado en absoluto. La decisión sobre qué neumático elegir era fundamental, aunque no era obligatorio parar, nadie estaba por la labor de pasar por la calle de boxes. La estrategia más extendida había sido optar por el Medio; sin embargo, hubo algunos que eligieron el Blando, como ha sido el caso de Bottas, los Alpine y Räikkönen. Esta elección era arriesgada porque podía ser perfecta para los compases iniciales, pero terrible para los últimos instantes.
Una vez los semáforos se habían apagado, Lewis Hamilton había tenido una salida horrible, por lo que Max Verstappen le había superado en los primeros metros sin ninguna dificultad. En cambio, Bottas había tenido una oportunidad de oro para adelantar a su compañero, pero no se atrevió finalmente. Era lógico que el británico no iba a dar su brazo a torcer y menos en su Gran Premio de casa, así que estuvo a punto de ponerse en paralelo con su máximo rival, aunque el neerlandés supo convertirse en un muro irrompible. Esta batalla había sido intensa en las primeras vueltas, pero la distancia entre ambos candidatos al título fue aumentando hasta el punto de mantener esta diferencia hasta el final. Otro momento clave había sido el toque de George Russell a Carlos Sainz, cuyo desenlace había sido que el Ferrari cayera hasta la decimonovena plaza, mientras que el piloto de Williams pudo continuar.
El foco estaba puesto en la defensa de Alonso hasta el final
Por detrás, Fernando Alonso había sido el gran protagonista de la zona media en esta sesión. El resultado de la clasificación de ayer no había sido el deseado para Alpine, pero el español tenía claro que hoy tenía otra oportunidad para mejorar su posición y así lo ha hecho. En cuestión de pocas curvas, había pasado del undécimo puesto al quinto y deshaciéndose de rivales más fuertes. La primera parte del plan se había cumplido a la perfección; sin embargo, la segunda no iba a ser nada fácil. Ninguno de sus perseguidores era sencillo, ambos McLaren, Sergio Pérez, más los que se iban acercando. Esa quinta posición tenía un valor incalculable para Alpine, por eso, el bicampeón se defendió con todo lo que pudo, zig zag en las rectas, protegiéndose en las curvas, era una carrera en la que había que sobrevivir hasta la bandera a cuadros.
Uno de los incidentes más impactantes había sido el trompo de Sergio Pérez a alta velocidad, lo que provocó que pasara del séptimo puesto al penúltimo y tuvo suerte de no haber impactado contra las barreras. Debido a este desafortunado suceso sumado al destrozo de sus neumáticos, era imposible remontar y la decisión final había sido que se retirara. Con un rival fuera de combate, los McLaren de Norris y Ricciardo iban con todo para quitarse de en medio a Alonso. En el sexto giro, Lando logró superarle y, más tarde, Daniel hizo lo mismo. No obstante, el español no se rindió en absoluto, intentó recuperar esa posición con todas sus fuerzas, pero no pudo finalmente.
Las vueltas seguían pasando y el foco de las miradas estaba puesto en la defensa de Alonso. Sebastian Vettel era una prolongación del A521, era una batalla intensa entre dos campeones del mundo con armas similares, pero con neumáticos diferentes. El paso de los giros beneficiaba al alemán y perjudicaba al español debido al desgaste de las gomas, por mucho que la lucha fuera constante, el español hizo todo lo posible y más para terminar por delante del Aston Martin.
Al final, Max Verstappen se había alzado con la victoria en este nuevo formato por delante de los Mercedes de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas. El encargado de dar espectáculo había sido Alonso tras su gran remontada en la salida y defendiéndose con todo su ser de los intentos de adelantamiento de Sebastian Vettel. Para ser un experimento, el resultado de esta prueba ha sido más que positivo.