La temporada de debut de Mick Schumacher había sido realmente positiva, teniendo en cuenta el monoplaza que tenía a su disposición, el cual era el peor de la parrilla con diferencia. En la mayoría de ocasiones había estado por delante de su compañero, Nikita Mazepin, e incluso había llegado a Q2, algo que era poco habitual. Al año siguiente, la historia cambió por completo para el alemán.
Con la salida del ruso y la llegada de Kevin Magnussen, el danés fue claramente superior al campeón de la Fórmula 2, tanto en clasificación como en carrera. Sin embargo, el peor golpe fue los gastos económicos que supuso para el equipo por sus accidentes, logrando que fuera un factor extra para que los jefes de Haas decidieran no renovarle.
Mick Schumacher:
"Obviamente, es decepcionante de cierta manera porque sentía que estaba haciendo un buen trabajo hasta este punto. Por otro lado, el equipo ha decidido hacerlo de esta forma, así que tengo que respetarlo. Ahora estoy concentrado en el futuro".