De un tiempo a esta parte, ha comenzado a sonar con gran fuerza en el entorno de la Fórmula 1 el nombre de un piloto: Mick Schumacher. El hijo del heptacampeón del mundo alemán, que el pasado mes de enero fue confirmado como nuevo miembro de la Academia de Pilotos de Ferrari, aún no se ha estrenado en el Campeonato del mundo de Fórmula 2 y ya está llamado a ser uno de los grandes protagonistas de la F1 en un futuro cercano, no solo por el apellido que le acompaña, sino por su presumible talento a los mandos de un monoplaza. Por ahora, el piloto de Vufflens-le-Château se ha mostrado entusiasmado de poder vincular su nombre a Ferrari, ya que asegura que el rojo ha estado y siempre estará en su corazón, pues su padre ganó cinco títulos vistiendo este color. Además, considera que esta oportunidad le servirá para ganar una gran experiencia en la categoría y, por ende, acumular una información trascendental que le puede resultar de gran ayuda para su futura incorporación a la misma.
"Estoy muy feliz de unirme a la Ferrari Driver Academy, pues es un honor para mí formar parte de esta increíble historia. Es genial vestir de rojo ahora. Nuestro corazón siempre fue de ese color, y siempre lo será. Es algo con lo que me sentí más cómodo, y por eso decidimos y tomar esta decisión. Vamos a seguir como siempre lo hicimos. Continuar aprendiendo es el punto principal de las categorías júnior, y a pesar de que ahora estamos en Fórmula 2, que es un paso por debajo de Fórmula 1, es muy importante coger toda la información que pueda, aprender de ella y luego, una vez que esté en condiciones, usarla", ha declarado a la locutora de radio Jennie Gow en el programa Mobil 1 The Grid.
Vettel, un maestro para él
Por otro lado, Schumacher ha hecho referencia a su encuentro con Sebastian Vettel en la Race of Champions. Allí pudo hablar con el tetracampeón del mundo y cultivarse con sus consejos. Algo que valora en demasía: "Es genial haber podido charlar con Sebastian, ya que tiene mucha experiencia en la Fórmula 1. Siempre es bueno ponerse al día con él y hablar de muchas cosas, no solo de la máxima categoría, sino también de la Fórmula 2 y de cómo manejar un fin de semana de carrera", ha proseguido.
Entretanto, el piloto nacido en Suiza no esconde sus ganas de probar un Fórmula 1 moderno, ya que en 1994 se subió al Benetton B194, el cual considera muy parecido a los bólidos actuales de la Fórmula 2, Campeonato en el que se estrenará esta temporada: "Como es obvio, espero obtener algo de conocimiento sobre cómo funciona realmente la Fórmula 1. He conducido el Benetton de 1994 y es muy similar a un coche de Fórmula 2, así que va a ser muy interesante para mí probar un Fórmula 1, sentir la velocidad y las fuerzas G, y ver cómo se comporta realmente el coche. Pero será incluso más importante para mí saber cómo trabajar con tanta gente detrás de mí y entender todo el sistema que rodea a esta categoría. Eso va a ser muy especial e interesante, porque será algo nuevo. Estoy realmente entusiasmado por ello", señala para finalizar.