Nico Rosberg había sido el último hijo de un campeón del mundo en la historia reciente de la Fórmula 1. En la temporada que está a punto de comenzar, el legendario apellido Schumacher regresa a esta competición de la mano del hijo del Káiser. Aunque a simple vista suponga una losa cargar con esta enorme responsabilidad al ser quién es y todas las miradas estén puestas sobre él, Mick piensa todo lo contrario. No es un peso, sino que es una motivación. Siempre había declarado que era un orgullo llevarlo, nunca sería una presión añadida y este pensamiento lo seguirá manteniendo. Así que no contará con una presión extra en su temporada de debut a la que estará ligado con el equipo Haas.
Tener el apellido Schumacher no es un hándicap
"Nunca he dicho que fuera presión y no creo que nunca lo diga. Estoy muy contento por llevar ese apellido y por llevarlo de nuevo a la Fórmula 1, por todo ello estoy orgulloso. Es una extra para mí, me da motivación cada día para trabajar tanto como puedo".
Mick trabajará para que haya un buen ambiente en Haas
"Sin duda, hay diferentes factores. Obviamente, el más grande para mí es tener una relación sólida con el equipo y estoy muy feliz de que así sea. Esa es una de las fortalezas y ser mentalmente fuerte bajo cualquier situación también es importante. Ojalá llevemos adelante todo lo que he aprendido en los años anteriores y rendir al nivel que necesitamos. Estoy emocionado por salir a pista, comenzar con mi programa de test y mi primera temporada", había concluido el joven alemán en declaraciones recogidas de la página de la F1.