El accidente de Nico Hülkenberg en los Libres 2 de Zandvoort empañó las buenas sensaciones de Haas durante toda la jornada del viernes. Y es que tanto el piloto alemán como Kevin Magnussen se sintieron cómodos a los mandos de sus monoplazas y pudieron completar buenos giros a lo largo de ambas sesiones. Queda mucho camino por recorrer y las malas condiciones meteorológicas de la tanda matutina dejaron una gran incertidumbre antes de la jornada sabatina, que resultará determinante en el devenir del Gran Premio ante las complicadas maniobras de adelantamiento que se presentan en el trazado holandés.
Nico Hülkenberg (8º y 20º):
"Fue un bloqueo de la parte trasera muy inesperado, muy repentino, que no preví y no esperaba de la forma en que sucedió. Sin duda, fue una ráfaga de viento la que me sorprendió; tenía un poco más de presión en los frenos que antes, pero no frené más tarde. Estaba al límite, y dos o tres circunstancias más hicieron que cayera por el precipicio y que pintara todo bastante dramático. Por suerte, no fue un gran impacto y casi no hubo daños, pero obviamente la pérdida de tiempo es el castigo que pagamos. La zona media, donde estamos, parecía compacta y muy unida, así que definitivamente nos encontramos en la pelea, pero me lo he puesto más difícil con menos tiempo de preparación".
Kevin Magnussen (9º y 8º)
"Las condiciones no son necesariamente representativas, ya que los Libres 1 fueron en mojado, pero pudimos rodar un poco en seco, aunque todavía estaba húmedo. La FP2 fue buena; tuve buen ritmo y buenas sensaciones en el coche, así que eso es positivo. Hoy en día todo está tan igualado que si alguien echa cinco o diez kilos menos o más de combustible, cambia el panorama, por lo que siempre soy cauto. Creo que comparado con el año pasado, este coche es bastante diferente en ciertas áreas, y definitivamente noto una mejora. Todavía hay aspectos que queremos mejorar, pero eso es normal".