Tras la contundente victoria de Valtteri Bottas en el Gran Premio de Australia de la pasada temporada, su mirada en el podio transmitía que era capaz de acabar por delante de su feroz compañero de equipo, Lewis Hamilton, por lo que se hablaba de una nueva versión del finlandés. No obstante, la irregularidad y la falta de agresividad en algunas ocasiones no fueron las mejores acompañantes para convertirse en un candidato serio al título. Es verdad que superó sus récords personales en Fórmula 1, pero el desenlace final en el campeonato no cambió y, por norma general, pocos se acuerdan del subcampeón. El único que había logrado arrebatar un mundial a Lewis Hamilton fue Nico Rosberg en 2016, siendo el año en el que se rompía su racha de títulos de manera consecutiva desde 2016.
Optar por juego psicológico para intentar derrumbarle
"Valtteri necesita estar siempre ahí y ser un oponente constante, lo que hará que Lewis sienta su presencia. Recuerdo el día que me di cuenta que sus defensas se venían abajo cuando empezaba a jugar con Snapchat durante una rueda de prensa. Al día siguiente rindió a un mal nivel, lo que parece insignificante, puede afectarle. Una vez entiendes eso, es momento de atacar y ser más agresivo para superarle. Es necesario adentrarse en sus pensamientos, lo que no es sencillo, y plantar la semilla de la duda en su mente", finalizó el campeón de mundo alemán en declaraciones recogidas en Auto-Hebdo.