En los últimos tiempos hemos visto grandes películas en la gran pantalla relatando vivencias del mundo del Motorsport, ya fueran basadas o inspiradas en hechos reales o con invención de por medio. La cuestión es que en la mayoría de las ocasiones estos relatos logran atrapar al espectador, pues no podemos olvidarnos de que tras todas estas películas hay historias y realidad humana, un ingrediente que sin duda logra zambullirse de lleno en nuestro mundo privado y personal de emociones.
La de Gran Turismo es otra de estas historias que nos deja quedarnos perplejos ante la pantalla disfrutando de un relato con muchos giros y emoción de inicio a fin. ¿Quién de nosotros no jugó en algún momento a este brillante y emocionante juego de la Play Station? Algunos retrocederán en el tiempo hasta prender la Play 1, la 2, la 3... cada cual su propia historia de la mano del juego, algo similar a lo que vive Jann Mardenborough, el protagonista de este viaje.
De la pantalla de la habitación al volante en un circuito
La historia de esta película nos cuenta cómo un joven británico vive en primera persona la lucha por cumplir su sueño, ser piloto. Un momento de la infancia que se refuerza y cobra sentido de la mano de un videojuego y muchas horas de juego, unido a una oportunidad que Nissan ofrece de la mano de Gran Turismo. Una única oportunidad para meterse en una academia que te ayude a dar el salto desde la habitación a un turismo de carreras de verdad.
La batalla interna por demostrar que es posible, la lucha con el entorno que no apoya y no confía en soñar a lo grande, el ánimo y apoyo de unos pocos locos que confían en uno. Lo difícil de entrar en un mundo muy especial y duro por un camino diferente a los demás. Ese es el camino que Jann nos va mostrando con el paso de los minutos en la película.
Si quieres saber más sobre este relato te animo a disfrutar de una tarde de cine para ver la película, aquí no destriparemos ningún spoiler de la historia.
Reparto
La historia nos deja ver entre su reparto a caras muy conocidas y de alguna forma, unidas también a la Fórmula 1. Archie Madekwe da vida a Jann, el protagonista de la película. Danny Moore es el ejecutivo de marketing de Nissan en deportes de motor y su papel lo representa Orlando Bloom. Desde Stranger Things se une a esta aventura de motor David Harbour y lo hace como Jack Salter, ingeniero y entrenador de pilotos, un personaje duro y a la vez entrañable que marca la película. Darren Charles Barnet como Matty Davis, uno de los mejores pilotos de la academia. Y, para finalizar esta mención al elenco de actores, la unión al mundo de la F1 por así decirlo, puesto que es una cara conocida en el Gran Circo. Geri Halliwell, Spice Girls y también esposa de Christian Horner, la cantante, escritora y actriz da vida a la madre del protagonista, Lesley Mardenborough.
Un protagonista real
Jann Mardenborough, nacido en 1991 en el Condado de Durham, Inglaterra. En 2011 logró convertirse en el tercer y más joven ganador de la GT Academy, para ello tuvo que superar a 90.000 participantes. Desde su salto a la competencia profesional en circuitos, ha formado parte de campeonatos de GT, de resistencia, F3, F2, series de Toyota, 24 Horas de Le Mans, fórmula E, Súper GT... ahora, en 2023 ha regresado al simulador para ser parte de la Súper Taikyu ST-X con HELM Automovilismo.
Entre sus éxitos deportivos encontramos el tercer puesto en Le Mans en 2013, victoria y un podio en GP3 en 2014, dos podios más en 2015 en la misma serie. Victoria en Fuji en 2016 y podio en 2018 en Super GT. Aquí pueden ver más sobre el joven que pasó de la tele de su habitación a los circuitos y ahora a la gran pantalla.
Críticas...
Como todo en la vida, hay cosas que acaban siendo cuestión de gustos y cuando se habla de películas siempre vemos que la crítica acompaña. Algunos se han empeñado en señalar el desfase temporal con uno de los accidentes que forman parte de la grabación, en concreto el de Nürburgring en la sección de Flugplatz. La película está basada en hechos reales, pero se acoge a la decisión de situar la historia en su propio eje temporal. Algo que no tiene gran trascendencia, pues no dice por ningún lado que se trate de un documental.
La cuestión es que siempre hay que dejar alguna puntilla por sacar en estos temas, pero es de agradecer que una película del mundo del automovilismo nos lleve a circuitos míticos como el Infierno Verde de Alemania, en Nürburgring Nordschleife o el trazado de la Sarthe, en Le Mans. Dos auténticas catedrales, dos templos del motor, dos lugares de peregrinación para los amantes del motor.