El coronavirus continúa incrementando su lista de infectados. Uno de los últimos en dar positivo en el COVID-19 ha sido un empleado de McLaren que estaba pendiente de los resultados, lo que ha llevado al equipo papaya a tomar la drástica decisión de renunciar al Gran Premio de Australia para evitar una posible propagación tanto dentro como fuera del paddock. Un anuncio que ha pillado a todos por sorpresa y que probablemente no será el único en el día de hoy, pues a falta de la confirmación oficial, todo apunta a que la prueba disputada en Melbourne será definitivamente cancelada. Mientras tanto, la escudería británica ha preferido tomar medidas para evitar que la enfermedad continúe haciendo estragos en el mundo del automovilismo y en el deporte en general, ya que en las últimas horas están siendo muchas las disciplinas deportivas las canceladas, entre ellas la Liga de fútbol profesional o la Euroliga de baloncesto.
Alarma global
"McLaren Racing confirma esta tarde en Melbourne que se retira del Gran Premio de Australia de 2020 después del test positivo de un miembro del equipo por el coronavirus. El miembro de nuestra escudería se hizo las pruebas y se aisló tan pronto como empezó a mostrar síntomas, y en estos momentos le están tratando las autoridades sanitarias locales. El equipo se ha preparado para esta circunstancia y ha dispuesto apoyo para su empleado, que ahora entrará en un periodo de cuarentena. Estamos trabajando con las autoridades locales relevantes para ayudar con las investigaciones y el análisis. Zak Brown, director ejecutivo de McLaren Racing, así como Andreas Seidl, jefe de McLaren F1, han informado a la Fórmula 1 y a la FIA de la decisión esta tarde. Esta se ha tomado en base al deber de cuidado, ya no solo de los empleados y socios de McLaren, sino también de nuestros rivales, de los aficionados de la categoría reina del automovilismo y de los demás miembros de la comunidad", ha señalado el comunicado oficial emitido por la escudería de Woking.