Qué humildad. Qué clase. Qué talento. Qué ritmo. Qué valentía. Charles Leclerc ha llegado a Ferrari para quedarse. Vaya si lo ha hecho. El piloto monegasco comenzó dubitativo su primer Gran Premio de la temporada; algo habitual teniendo en cuenta que era su primera carrera junto a un equipo del calibre de los de Maranello. Pero ya ha hecho lo más complicado, y no solo eso, pues lo más prometedor es que únicamente ha necesitado dos pruebas para mostrar gran parte de su potencial. Batió a su compañero, Sebastian Vettel, en dos de las tres sesiones de Entrenamientos Libres en Baréin, así como en las tres rondas de Clasificación y, posteriormente en la carrera. Algo sencillamente impresionante para alguien que solo afronta su segunda campaña en la máxima categoría y que además comparte garaje con todo un tetracampeón del mundo. Con la inmensa presión que eso conlleva.
Muchos se preguntaban si el de Montecarlo estaría a la altura de Ferrari y, curiosamente, fue ayer la escudería del 'Cavallino Rampante' la que no estuvo a la altura del joven piloto. Un problema en un cilindro del motor de combustión arruinó la parte final del Gran Premio de Leclerc, que hasta entonces había liderado de manera holgada sobre los Mercedes y su compañero de garaje. Esta ha sido la primera gran decepción del número '16' junto a los italianos; la segunda si tenemos en cuenta Melbourne, donde la escudería decidió pararle cuando alcanzaba a Vettel con un ritmo bastante superior, aunque en aquella ocasión la disyuntiva era muy diferente a la de Sakhir. Lo que está claro es que, al contrario de lo que pensaban algunos, el monegasco no solo no ha presentado ningún problema de adaptación, sino que todo apunta que pondrá en más de un apuro a Vettel.
Sin margen de error
Y pasemos ahora al germano. Primero de todo, he de destacar su buen talante a la hora de aceptar la superioridad de Leclerc durante este fin de semana. Muy bien por él, ya que en todo momento ha sido el primero en reconocer el gran talento del monegasco y, asimismo, en admitir que lo tendrá realmente complicado este año. Dicho esto, es momento de analizar su actuación en Baréin. Y aquí llegan los reproches. ¿Qué está pasando? Todos sabemos que el alemán es uno de los grandes pilotos de la categoría, como reflejan sus cuatro títulos mundiales, pero de un tiempo a esta parte también hemos visto cómo sufre bajo presión. Muestra una debilidad cuerpo a cuerpo impropia para alguien con tanta trayectoria como él. Su error durante la batalla con Hamilton tiró por tierra el buen trabajo del fin de semana y le alejó de cualquier opción al podio.
Y hay que recordar que, a priori, el británico es su máximo rival en el Campeonato; un rival que en solo dos carreras ya se ha distanciado 21 puntos. Tal es la situación que hasta Leclerc y Verstappen están por delante en la tabla. Es muy fácil dominar cuando nadie es capaz de toserte, pero lo complicado es hacer frente a las adversidades y, en ese sentido, a Vettel aún le queda mucho trabajo por delante. No puede descuidarse, ya que un paso en falso podría llevarle a descolgarse del Mundial y, lo que es peor, podría hacerle perder su condición de número uno dentro de Ferrari si continúa dejando escapar puntos y Leclerc sigue brindando actuaciones como la de este fin de semana. Porque sí, no pudo lograr la victoria en Baréin (por causas ajenas a él, recordemos), pero lo hará en próximos Grandes Premios. Y no hablemos ya si Verstappen y Bottas (sobre todo este último), también se unen a la pelea. ¿Qué opináis vosotros?