La Fórmula 1 es un deporte en el que siempre ha resultado complicado hacerse un hueco. Muchos pilotos han pasado de puntillas tras no haber contado con la confianza suficiente de los equipos. En este grupo podría encontrarse Pedro Martínez de la Rosa. Al menos así lo cree él. El catalán brindó buenas actuaciones, sin embargo, McLaren nunca apostó lo suficiente por su talento. De la Rosa comprende que los de Woking se decantaran en 2007 por un debutante como Lewis Hamilton, que había asombrado en categorías inferiores, así como por Fernando Alonso, quien llegaba a la escudería británica tras coronarse dos veces de manera consecutiva, pero cuestiona que no le brindaran una oportunidad como segundo piloto cuando Juan Palo Montoya se marchó en 2006. Y es que todo podría haber sido diferente si en ese momento hubiera podido completar la campaña a los mandos del MP4-21.
Falta de confianza por parte de los británicos
"En aquel momento me dije a mí mismo que si fuera Ron Dennis hubiese tomado la misma decisión, ya que Lewis demostró ser un piloto extremadamente rápido y todos éramos conscientes de lo bueno que era Fernando. La verdad es que nunca me molestó que le dieran el asiento a Lewis. Aun así, siento que el equipo nunca terminó de confiar lo suficiente en mí. Durante la Silly Season de 2006 yo no tenía muchas esperanzas de correr para McLaren al año siguiente, pues sabía que había un piloto muy joven que estaba volando en todas las pistas. Cuando acabó la temporada 2006, sabía que Lewis iba a ser el piloto oficial para 2007, y al mismo tiempo sabía que Fernando también estaba fichado", ha señalado en declaraciones concedidas al podcast oficial de la Fórmula 1, Beyond The Grid.
"En McLaren, cuando se fue Juan Pablo en 2006, cada carrera para mí era un pasaporte para correr en la siguiente campaña, pero nunca me confirmaron hasta el final de temporada. Si tú apuestas por el piloto reserva debes confiar en él y decirle que puede correr hasta el final de campaña, puesto que conocía el coche mejor que nadie y ya había estado en el podio. Sabía que si no estaba cerca de Kimi podía venir alguien y quitarme el asiento para la siguiente carrera. La primera vez que vi a Hamilton competir fue en Silverstone, cuando llevamos dos coches allí y los probamos. Yo salí primero, y cuando acabé me puse a mirar sus datos; con tan solo analizar su segunda vuelta, ya me quedé impresionado. Ahí es cuando me percaté del potencial de Lewis, únicamente mirando los datos. En ese momento me di cuenta de que tanto yo como el resto de los pilotos teníamos un problema", ha concluido el español.