El Gran Premio de Bélgica ha sido el punto de inflexión para el piloto francés, ya que pasó de obtener resultados que no estaban a la altura de las exceptativas, a conseguir los mejores de su carrera deportiva una vez regresó a Toro Rosso. La experiencia en el equipo principal no ha sido sencilla para él porque tenía que medirse a un duro rival, Max Verstappen, quien apenas cometía errores y lograba extraer el máximo del RB15 en cada circuito. Pierre siempre había mostrado un buen nivel en categorías inferiores e incluso en 2018, aunque la situación no era la óptima para estar del todo concentrado a la hora de hacer un buen trabajo en pista.
Sin embargo, la drástica decisión de los altos cargos de Red Bull en ese momento, hizo que el joven francés fuera recuperando la confianza y así lo fue demostrando en la segunda mitad de la pasada campaña. Desde un primer momento fue negativo que le bajaran a Toro Rosso, pero fue allí donde se volvió a reencontrar con su mejor versión al volante de un monoplaza. Por si no fuera poco, estuvo dentro de la zona de puntos más de la mitad de las carreras disputadas, lo que fue claramente un paso hacia adelante y una recuperación en su estado de ánimo y de forma. Así que ahora debe mantener esa dinámica para seguir por ese camino en 2020.
Difícil etapa cuando era piloto titular de Red Bull
"Conocí a Max [Verstappen] en la época del karting, sé lo rápido que es a una vuelta y también en las carreras. Durante las primeras doce carreras de la temporada 2019, me esperaba que rindiera a ese nivel tan alto. Aunque siempre he sido súper competitivo, no lo he sido a lo largo de esos seis meses que estuve en Red Bull. Si todos hubiésemos querido, podía haber funcionado. Por ese motivo, es frustrante que no se hayan hecho los cambios que se necesitaban. Estando ahora en Toro Rosso, pienso que me merezco por completo el asiento para 2020 después de los resultados que he obtenido a partir de Spa", finalizó el piloto francés para la web F1i.com.