La Fórmula 1 viaja este fin de semana a Austin para disputar el Gran Premio de Estados Unidos. Después de lo ocurrido con los neumáticos en territorio catarí, parece que todo vuelve a la normalidad para este fin de semana. Pirelli ha optado por los compuestos C2 (duro), el C3 (medio) y C4 (blando) de su gama para esta cita. En esta ocasión, más que la propia pista, parece que el aspecto a tener más en cuenta será la meteorológico, sobre todo en esta época del año, con temperaturas que suelen variar rápidamente. Todo apunta a que el mayor reto de este GP con las gomas será un posible sobrecalentamiento debido a lo bacheado que se encuentra el asfalto.
Mario Isola, responsable de Pirelli en la Fórmula 1:
"Las fuerzas que actúan sobre los neumáticos en COTA son principalmente laterales y están bastante bien equilibradas entre las ruedas delanteras y traseras, sin que ninguna de estas se vea sometida a una tensión especial. También es importante tener buena tracción en las curvas lentas. El asfalto sigue bastante bacheado pese a la repavimentación parcial que se realizó el año pasado. Esto puede provocar que el neumático se deslice muy ligeramente, lo que podría ser una posible causa de sobrecalentamiento".
"La degradación observada en Austin es principalmente térmica, mientras que el 'graining' es algo bastante raro. La carrera siempre se ha celebrado en otoño: una época del año en la que el tiempo puede ser muy cambiante, incluso en un lapso de tiempo muy corto. No sería extraño ver días soleados y lluviosos alternativamente, con una amplia gama de temperaturas".