Una vez más, el equipo Ferrari fue el gran protagonista del fin de semana. Y es que ante una nueva carrera descafeinada, fueron los hombres de Maranello los encargados de animar el Gran Premio. Ya en la salida, Charles Leclerc mostraba sus intenciones al adelantar a su compañero de equipo. La historia parecía repetirse, pero nada más lejos de la realidad. El monegasco veía como Sebastian Vettel se quedaba justo detrás de él, en zona de DRS, durante una decena de vueltas. Algo que ayudó a la escudería italiana a tomar una decisión: debía dejar pasar al tetracampeón del mundo alemán, ya que tenía más ritmo. Leclerc no entendía la orden, pero una vez más acataba la determinación de Mattia Binotto y cedía su posición al número '5'. Algo que posteriormente no daría ningún resultado, pues ambos Mercedes continuarían distanciándose para cruzar la línea de meta primero y segundo, alcanzando el tercer doblete consecutivo de la temporada.
Pero lo peor no es que Leclerc perdiera la posición con su compañero de garaje, sino que Ferrari sacrificó su carrera y provocó también la rebasada de Max Verstappen, que vio la bandera a cuadros en cuarta posición. Una situación que ya ha causado disyuntivas en la prensa italiana, que como cada lunes ha disparado hacia varias direcciones. 'La Gazzetta dello Sport' cree que la orden de equipo dictaminada en Shanghái queda en un segundo plano en comparación a lo más preocupante en estos momentos, que es la gran superioridad de los hombres de Brackley en este inicio de año. Recordemos que Lewis Hamilton, quien es el líder del Campeonato, aventaja en 31 puntos a Vettel y en 32 a Leclerc, y aún más preocupante es la diferencia en el Mundial de Constructores, con Mercedes 57 puntos por delante del equipo del 'Cavallino Rampante'. Unos números muy críticos.
Duelo en el garaje
"A Sebastian le ayudó la decisión del muro. Este hecho indudablemente creará más discusiones dentro del garaje, en parte porque la estrategia prácticamente ha obligado a Charles a perder una posición, aunque la verdad es que esto adquiere un papel secundario con respecto a un tema más importante: una vez más, los Ferrari no son tan rápidos como los Mercedes. Esto es una alarma muy seria para el Mundial".
Por otro lado, 'Corriere della Sera' es mucho más tajante y asegura que Ferrari debería darle el papel de piloto número uno a Charles Leclerc, pues considera que el monegasco es el futuro de la escudería, mientras que el alemán pronto puede formar parte del pasado si no da el salto cualitativo que necesita para reengancharse a un Mundial que solo tres carreras después de iniciarse parece inalcanzable para él. Por lo tanto, califica de escándalo la orden de equipo: "Sería mejor si Ferrari entendiera que han fichado al piloto correcto y que ese es Charles Leclerc. Maranello debería quitarle el brazalete de capitán a Vettel y dárselo a Leclerc. El hecho es que Charles es ahora un piloto querido, es el favorito y el hombre del futuro. Hay que tocarlo, incluso aunque una decisión que le perjudique no cambie el panorama. Esta puede explicarse con la intención de proteger la moral de Vettel después de tres carreras que han destacado especialmente el talento de Leclerc. Ferrari sacrifica a Charles. El problema del equipo italiano es muy grave. La derrota de Ferrari en China duele, tiene dimensiones preocupantes, de modo que los líderes de Ferrari deberían reflexionar", publica el mencionado medio.
Decisión escandalosa
"Estrategia penalizadora de Ferrari para Leclerc, que vuelve a mostrar madurez. Sin embargo, esto solo son problemas de menor importancia al lado del Campeonato, aunque dan pistas sobre el futuro. En una carrera perdida, con el ánimo de Leclerc en decadencia, fue casi un escándalo pedirle a Charles que cediera la posición a Vettel después de una gran salida del chico de rojo. Eso sin mencionar las decisiones siguientes, que llevaron a una estrategia de penalización precisamente para el monegasco, al que se le pidió que retrasara la parada en boxes para beneficiar, de nuevo, a Sebastian. Leclerc ha demostrado una vez más su madurez y equilibrio al comentar con tranquilidad los mismos hechos que han creado interminables discusiones en los bares de toda Italia", señalan a modo de conclusión en 'Corriere'.
Entretanto, desde 'La Stampa' creen que el podio de Vettel en China solo es un consuelo para el germano en este mediocre comienzo de temporada, ya que su ritmo no era tan superior al de su compañero de equipo como para tomar una decisión así. Del mismo modo, indican que el tiempo comienza a acabarse, por lo que si los resultados no comienzan a llegar pronto, Ferrari puede despedirse de ambos Campeonatos antes de lo esperado: "El alemán, al menos, ganó su primer podio de la temporada y ascendió al cuarto lugar en el Mundial, pero para aquellos que no logran la victoria desde hace 11 carreras, esto es solo un pequeño consuelo. La ambición de Ferrari es detener la dictadura de Mercedes, pero el tiempo se acaba. Para los de Maranello, China sigue siendo un tabú. En realidad, el ritmo de Vettel no fue tan superior como para que Ferrari le pidiese a Leclerc que le dejara pasar. Ya son 31 puntos los que les alejan del Campeonato".
Leclerc pagó un pecio demasiado alto
Por último, 'La Repubblica' habla de sacrificio por parte de Ferrari hacia su pupilo Leclerc, quien vio su carrera truncada tras perder también la cuarta plaza en favor del piloto de Red Bull, Max Verstappen, tras una mala estrategia de la escudería italiana. Además, los de Maranello ni siquiera le dieron la opción de buscar la vuelta rápida y lograr el punto extra, el cual finalmente cayó en manos de Pierre Gasly, por lo que los daños causados al de Montecarlo fueron muy sustanciales: "La nueva estrella roja monegasca, que había superado a su capitán al comienzo de carrera, fue sacrificada por el muro, que le pidió que se apartara y dejara pasar a Sebastian ya en la undécima vuelta. Pero el cuatro veces campeón del mundo no mostró que fuese mucho más rápido que su compañero. Esa orden se impuso tal vez para motivar a Sebastian, pero no fue tan eficaz como se esperaba. ¿Valió la pena?".