La victoria de Charles Leclerc en Monza (segunda consecutiva) ha llenado las publicaciones italianas de halagos hacia el joven piloto monegasco, el cual ya se ha convertido en la figura principal tanto de medios de comunicación como de aficionados. Y es que los rotativos hablan de que el número '16' ha desterrado a Sebastian Vettel y se ha colocado la corona de rey dentro de Ferrari, que ve en el piloto de Montecarlo su gran apuesta de futuro en el Campeonato. Mientras tanto, el tetracampeón del mundo alemán se lleva la peor parte, quedando relegado a un segundo plano y con pocas opciones de recuperar el liderazgo de la escudería italiana, ya que su joven compañero solo necesitó un Gran Premio para tutearle sobre la pista y además ya le ha superado en la General. Asimismo, muchos medios recuerdan a Fernando Alonso, pues el piloto español había sido hasta ayer el último es subirse al escalón más alto del podio con los hombres de rojo (año 2010), y lo hizo con la condición de bicampeón.
Corriere della Sera:
"Leclerc es una obra maestra en la pista. Monza celebra a un campeón. La victoria del talento remarca la crisis del campeón perdido. Dos de dos; Ferrari estaba esperando a Spa y Monza como las pistas de rescate en una temporada difícil, pero no esperaban ganar en ambas con el mismo piloto, Charles Leclerc. El piloto de 21 años cargó al equipo a sus hombros y venció dos veces al pentacampeón mundial, Lewis Hamilton. Delirio rojo en Monza con Ferrari volviendo a ganar después de nueve años. La última vez fue Fernando Alonso el que se hizo con el triunfo; un campeón. Ahora depende de Charles Leclerc convertirse en uno, pero después de hoy, no hay más dudas. La edición 2019 del Gran Premio de Italia consagra a un piloto con talento extraordinario y cualidades gigantescas y certifica el adelantamiento en el Mundial a Sebastian Vettel. Charles le destruye en el ámbito competitivo y en el psicológico. Senna estaría orgulloso de Leclerc. Cuando su dulce mirada y su delicado rostro están ocultos por el casco, se transforma y se convierte en un monstruo. El monegasco es despiadado en el uso de las armas: fuerza, inteligencia y determinación. En la memorable fiesta ofrecida por Charles Leclerc a sí mismo y a una loca marea roja de alegría, está el signo del gran campeón, egoísta hasta el punto de ser grosero con Vettel en clasificación. Seguro que cualquiera le perdona, incluido Binotto. Todos le consideran un fenómeno".
"Leclerc se hizo cargo de Ferrari en Monza y obtuvo el brazalete de capitán. Algún día se convertirá en campeón; ya va en camino, y quizás no tenga que esperar mucho si Ferrari organiza mejor su próxima temporada. Leclerc cada vez es más dueño de la situación y del equipo con su astucia dominante. Se permitió no respetar los pactos en esos seis minutos finales de un sábado para el olvido en la Fórmula 1. Hasta ahora Seb era el capitán, pero ya no. Cada vez está más nervioso. El alemán de Ferrari sufre la escalada al poder de su compañero más joven, un talento que está acelerando su carrera. Entendemos que Sebastian Vettel no está tranquilo, ya que comete demasiados errores, incluso en Monza. Su cerebro se confunde en busca de un reinicio con el que golpea a Stroll y recibe un castigo merecido. Lo de Vettel fue un desastre, no es digno de alguien que ha ganado cuatro títulos mundiales, y además es un síntoma de un estado de ánimo para nada sereno. Su corazón y su cabeza tienen una enfermedad difícil de curar llamada Leclerc. Mattia Binotto, el médico jefe de Ferrari, es la persona adecuada para encontrar la terapia más efectiva, pero hay que ver si contempla la renovación de Vettel".
La Repubblica:
"Delirio de Ferrari en Monza. Leclerc se vuelve loco. Los de Maranello vuelven a ganar en el trazado italiano nueve años después. Desastre de Vettel, que solo pudo ser 13º. Charles Leclerc escucha el himno de Mameli que no escuchó a Alonso en 2010. Binotto, normalmente reservado, llora y graba vídeos con su móvil".
La Gazzetta dello Sport:
"Leclerc, el príncipe ganador. Charles vuela para conquistar Monza. Después de nueve años, delirio en Italia por la obra maestra de Charles, coronado en el templo. El principito ya se ha convertido en el rey triunfal en una fiesta ante 93.000 tifosi. Amargo sabor para Vettel, la única cara de Ferrari que no está contenta con Monza, pues acabó sin puntos por un error en Ascari".
Il Giornale:
"Los hombres y mujeres de rojo sonríen gracias a un Leclerc que llevó a Maranello de nuevo al primer escalón nueve años después del último éxito, el de Alonso. Una vez más, y con solo 21 años, Leclerc ha demostrado que tiene carácter de principio a fin con únicamente dos pequeños errores: el primero en la vuelta 23, cuando le mostraron una bandera blanca y negra, una especie de tarjeta amarilla; el segundo, cuando se fue largo en la vuelta 35, pero logró mantener la posición por delante de Hamilton. Este Gran Premio de Italia estuvo realmente emocionante y lleno de giros de principio a fin con un equipo Ferrari que mostró signos alentadores de recuperación, mientras que Leclerc dejó patente que es un piloto de nivel absoluto. Malo, muy malo Sebastian Vettel, que al comienzo de la carrera, en la sexta vuelta, se salió fuera de pista y al regresar a ella se encontró a Stroll. Lástima, ya que comprometió su carrera con una maniobra arriesgada, tal vez porque estaba molesto por la clasificación de ayer, cuando no pudo completar, como otros pilotos, el último intento de mejorar su posición".
La Stampa:
"Monza, delirante para Ferrari. Asombroso Charles Leclerc. El Gran Premio de Italia es el signo de un joven desenfrenado. Predestinado ya es un adjetivo que se queda antiguo para él, pues el destino de Charles Leclerc es hoy. En dos domingos, Ferrari ha salvado el año y ha encontrado un campeón. El sábado, Charles no le dio rebufo a su compañero de equipo, que ahora ha perdido su serenidad: decimotercera posición tras un trompo, un accidente con Stroll y una sanción que le quita tres puntos de la superlicencia; otros tres y tendrá que perderse un Gran Premio. Binotto ve la luz al final de un túnel del que el equipo luchaba por salir. Quedan siete carreras y habrá piezas nuevas a partir de Singapur, pero, sobre todo, hay confirmación de que tienen el futuro de la Fórmula 1 al volante. El plan es ampliar el contrato de Charles, que expira en 2022, y reconstruir Ferrari a su alrededor para convertirlo en un equipo de ensueño que comienza a recordar a la era de Schumacher".