La escudería de Maranello había sorprendido por su competitividad durante todo el fin de semana en Montecarlo, aunque hubo un contraste en términos de resultados según el piloto que miremos. Carlos Sainz había logrado su primer podio de la temporada y el primero con el rojo de Il Cavallino Rampante, mientras que la maldición de Charles Leclerc continúa en su país. Alegría y decepción a partes iguales porque era factible haber logrado un desenlace mejor. Después de la experiencia vivida en el Principado, Ferrari viaja a Bakú para competir en el segundo circuito urbano de esta campaña donde sus pilotos actuales lograron terminar dentro de los puntos en las ediciones anteriores. En 2019, el ritmo era tan contundente que Sebastian Vettel finalizó solo por detrás de los Mercedes en clasificación y carrera. Sin embargo, la parte negativa había sido ese accidente de Charles en Q2, lo que le privó tener la oportunidad de luchar por la pole position y por el podio.
Carlos Sainz: con la moral alta tras su primer podio en Ferrari
7º - 38 puntos
"El podio en Mónaco era importante porque ha sido una recompensa a todo el trabajo que hemos hecho esta temporada. Me alegró ver que éramos competitivos en Montecarlo. En Bakú, la jerarquía volverá a lo que hemos visto en las otras carreras de este año y con diferencias muy pequeñas entre los coches que están por detrás de los dos equipos de cabeza. Como pista, es bastante especial y a todos los pilotos le gusta".
Charles Leclerc: Bakú tiene un sabor agridulce para el monegasco
6º - 40 puntos
"Siento que el fin de semana de Mónaco ha sido puntual, aquí volveremos a luchar contra nuestros rivales de la zona media. Independientemente de Mónaco, Bakú es mi circuito urbano favorito. Me encanta pilotar entre los muros, tengo grandes recuerdos porque fue aquí donde sumé mis primeros puntos en Fórmula 1 y también fui muy rápido en 2019. Necesitamos hacer un buen trabajo porque lo más mínimo puede marcar la diferencia".