El equipo Ferrari está siendo uno de los grandes protagonistas de este inicio de campaña en la Fórmula 1. Y es que muy pocos comprenden la inestable tendencia de los hombres de Maranello en las últimas semanas. En los test de pretemporada mostraron un rendimiento muy superior al resto de escuderías (recordemos que incluso Lewis Hamilton hablaba de una diferencia de medio segundo entre los italianos y Mercedes), sin embargo, llegó el Gran Premio de Australia y la situación se revirtió por completo, pues los del 'Cavallino Rampante' sufrieron una pérdida de ritmo incomprensible que les llevó a quedarse incluso fuera del podio, siendo superados por el Red Bull-Honda de Max Verstappen. Tras la primera prueba, llegó Baréin y, de nuevo, un giro de ciento ochenta grados en la tabla, ya que Ferrari, que había perdido casi un minuto respecto a los de Brackley en Melbourne, volvió a la cabeza con una autoridad inesperada viendo cómo había transcurrido todo dos semanas atrás.
Lo que más llamó la atención de todos fue la desmesurada ventaja de los italianos en las rectas del Circuito de Sakhir. No hay que olvidar que los hombres de Mercedes aseguraban que habían perdido hasta cuatro décimas en la recta principal. Algo que no comprenden, sobre todo teniendo en cuenta que los motores se sellaron en Australia y no se han podido tocar desde entonces, por lo que también deberían haber contado con esa ventaja allí, aunque esto no sucedió, probablemente, por las características del trazado. El ingeniero de Red Bull, Adrian Newey, ha señalado que la principal ventaja de la escudería de Maranello en estos momentos radica en el motor de combustión y en la energía eléctrica, haciendo hincapié en que, según la FIA, ya se había eliminado cualquier vacío legal existente en el reglamento.
Los de Maranello, muy rápidos
"El año pasado nos ganaron en la fase de aceleración, ya que a máxima velocidad estábamos igualados, pero a día de hoy son más rápidos en las rectas de principio a fin. Nuestra velocidad en la recta no da para más en un punto determinado porque el MGU-K ya no entrega potencia, mientras que el MGU-K de Ferrari siempre está encendido, no se apaga. Parece que tienen ventaja en el motor de combustión y en la energía eléctrica, pero pensábamos que la FIA había eliminado todos los posibles vacíos legales de la normativa", ha comentado en unas palabras concedidas a la publicación alemana Auto Motor und Sport.
Por otro lado, el director deportivo del equipo de Milton Keynes, Christian Horner, admite que desde el garaje de la escuadra italiana se aprecia un olor extraño: "El combustible del garaje de Ferrari huele a zumo de pomelo", ha señalado el británico a modo de conclusión en el mismo medio.