Las consecuencias del accidente de Rally en 2011 ha marcado claramente a Robert Kubica en los últimos años. La fuerza de voluntad y la pasión por la Fórmula 1 hizo que luchara por regresar al lugar de donde no se tenía que haber marchado. Gracias a la recuperación en su brazo derecho hizo posible su vuelta, primero en pruebas y posteriormente a convertirse en piloto titular de un equipo. Tras el trabajo y el apoyo en Williams, los de Grove confiaron en él y le brindaron la oportunidad de competir en 2019 después de un largo periodo sin hacerlo. A pesar de contar con esta posibilidad, el FW42 no era el mejor monoplaza para sentir la adrenalina de pelear contra el resto de pilotos de la zona media, ya que estaba situado en las últimas posiciones y solamente podía luchar contra George Russell, lo que fue decepcionante para el polaco.
Objetivo cumplido
"Pienso que he cerrado un capítulo con mi regreso a la Fórmula 1, el cual ha sido el más importante de mi vida. Una vez vuelves, este capítulo de la F1 se abre o continúa, aunque es difícil hablar de ello porque la temporada ha sido muy complicada. Vives para volver a F1 y quieres hacerlo bien en las carreras, quieres competir y es algo que he echado de menos este año. No diré si ha valido la pena o no, pero soy una persona que vive mediante desafíos para intentar cumplir con mis objetivos. La última temporada ha sido una satisfacción personal, la cual vale más que cualquier resultado".
"En mi travesía para volver a los circuitos, nunca pensé sobre mi trayectoria o a largo plazo, simplemente fue una satisfacción personal y es algo que conservaré para los próximos años. Después de mi temporada, la gente se ha dado cuenta que puedo pilotar monoplazas de F1 y que puedo hacer otras actividades también. Afortunadamente, aún hay gente que me respeta y ellos saben lo que puedo hacer no solo como piloto, sino como persona", finalizó el piloto polaco para Autosport.com, tras el duro trabajo que hubo detrás para conseguir su objetivo de volver a la categoría.