Después de varias semanas sin competición, el siguiente reto es la carrera entre el bosque de las Ardenas. Williams ha rendido a un buen nivel en Budapest en condiciones de mojado, por lo que esta nueva cita del calendario ofrece una meteorología variable y podría ser una oportunidad que aparezca en su camino.
Dave Robson, jefe de rendimiento del equipo de Grove, confía en que las características de esta pista puedan sacar a la luz las fortalezas de su monoplazas, a diferencia de lo que había pasado hace tres semanas en un circuito muy diferente.
Dave Robson:
"La vuelta es larga, los cambios de pendiente significativos y la meteorología variable se añaden a la mezcla. Todos conocen el circuito muy bien, pero será interesante ver cómo esta nueva generación de monoplazas de F1 lidian con las curvas de alta velocidad, como Eau Rouge, Pouhon y Blanchimont. Adelantar es posible aquí, encontrar el equilibrio entre carga aerodinámica y drag será fundamental para la carrera. El FW44 debería funcionar relativamente bien aquí, tenemos ganas de volver a competir en esta pista mítica".