El equipo Haas vivió un descenso a los infiernos el año pasado al sumar únicamente 28 puntos y hundirse en la penúltima plaza de la tabla. Unos números paupérrimos que llegaban tras un 2018 en el que los hombres de Kannapolis habían protagonizado la mejor temporada de su historia. Uno de sus protagonistas, Romain Grosjean, ha asegurado que fue en la qualy del Gran Premio de Francia cuando se dio cuenta de que el problema del bajo nivel del equipo no se debía a las ruedas, sino que era cuestión del monoplaza. Algo que quedó patente con el transcurso de las semanas, y es que el ritmo en carrera del VF-19 era nefasto. A pesar de ello, el piloto galo se muestra positivo de cara a 2020 y hace hincapié en su gran capacidad de desarrollo del coche, de la que ya hizo gala años atrás, lo que le hace pensar en que la recuperación es posible. Y es que el número '8' quiere que la escudería estadounidense vuelva a pelear por el liderato de la zona media.
"Hasta Paul Ricard, pensamos que nuestro bajo rendimiento era culpa de los neumáticos. Sin embargo, después de aquella clasificación les dije a los chicos 'no son los neumáticos, es el coche, las características del coche'. Sufrimos en términos de temperatura en todos los aspectos, ya no solo con las gomas. Desarrollar el monoplaza siempre ha sido mi punto fuerte. Tengo puntos débiles, pero lo cierto es que el desarrollo se me da bien. En el año 2014, el Lotus era un coche terrible, así que trabajamos muy duro para volver más fuertes en 2015, donde logramos un podio y teníamos un buen coche. Logramos buenos resultados, y a partir de entonces considero el desarrollo uno de mis puntos fuertes. Lo mismo me ocurrió con Haas; si bien 2017 no fue del todo bueno, 2018 fue mucho mejor", ha señalado en declaraciones recogidas por el portal web RaceFans.net.
Un 2019 muy discreto
Del mismo modo, Grosjean ha realizado autocrítica y ha admitido que uno de sus puntos débiles durante el año pasado fue su insuficiente rendimiento en las sesiones clasificatorias, por lo que está trabajando para dar un paso adelante y poder afrontar los Grandes Premios en una mejor posición de salida: "Sinceramente, creo que en 2019 podría haber hecho un trabajo mejor en qualy. Eso sí, se debe tener en cuenta que las características del coche y las de los neumáticos de 2019 no se adaptaron del todo bien a mi estilo de pilotaje. Nunca es fácil poner fin a esos problemas, pero confiamos en que los aspectos en los que estamos trabajando nos sean de ayuda en el futuro", ha añadido para concluir.