El accidente de Romain en el Gran Premio de Baréin del año pasado había marcado un punto de inflexión para él. Debido a esa situación de peligro extremo, él mismo admite que se había hecho la pregunta de si querría volver a las pistas o cerrar esta etapa definitivamente. Aunque ese suceso hubiese detenido a cualquier persona, el francés tiene claro que competir forma parte de su vida y le encantaría volver a sentir la adrenalina de subirse a un coche. Gracias al apoyo de su familia, había tenido la claridad suficiente para aceptar la oferta de participar en la IndyCar a partir de este año, tras su triste despedida de la Fórmula 1 por ese desafortunado percance. Con este retorno, sabe que es lo que necesita para ser feliz.
Colgar los guantes no es una opción todavía
"Durante el invierno, me pregunté a mí mismo si quería dejar de competir y rápidamente le conté a mi esposa 'lo siento, probablemente esto no sea lo que quieres escuchar, pero quiero volver a competir' y ella me había apoyado. En vez de decirme 'no, no deberías hacerlo', mis hijos y ella han estado detrás de mí y saben que si quiero ser feliz y ser como soy. Necesito estar compitiendo y siempre ha formado parte de mi vida. Lo que hemos estado de acuerdo era que evitara los óvalos porque el riesgo es demasiado alto", había finalizado el piloto francés en palabras para Motorsport.