Romain Grosjean advierte a su equipo rival, Renault, que debería temer el poderío de Haas en la próxima temporada. El piloto del equipo americano tiene plena confianza en sus posibilidades para ponerle las cosas difíciles a un Renault que pretende despegar este año. A la luz del duelo de los equipos de la temporada pasada, en la que el equipo estadounidense terminó la campaña 2018 a 29 puntos de Renault en la batalla por el cuarto lugar en el campeonato de constructores, muchos recuerdan que Haas podría haber superado a su rival si la suerte hubiera sonreído a sus coches, pues una serie de incidentes en la pista les hicieron perder una gran cantidad de puntos cruciales. Haas, quien se unió a la parrilla de Fórmula 1 en 2016, terminó octavo en sus primeros dos años en la disciplina antes de saltar al quinto el año pasado.
La temporada que no tardará en comenzar, en este año 2019, se presenta como la gran oportunidad para que la mitad de la tabla se sobreponga y encarne una verdadera batalla entre varios equipos que apuntan a una gran mejora. De entre ellos el que más alto parece apuntar es Renault, que se ha convertido en el mejor de los otros una vez que Force India ha sido superada por la potencia francesa. De todas formas, Grosjean asegura que en Renault pecan de demasiado optimismo subestimando las capacidades del equipo americano, que todos consideran la gran sorpresa de 2018. La quinta posición del campeonato pasado supone el comienzo de un crecimiento para Haas, tal y como lo asegura su piloto Romain Grosjean.
Autoconocimiento como clave
Aun así, Grosjean alude a ciertos escollos que impiden que las posibilidades del equipo americano puedan compararse con Reanult, que tiene el As en la manga de ser su propio constructor. Grosjean no quiere hacer comparaciones, pero a las preguntas sobre los puntos débiles de Haas, no vacilaba en responder honestamente. "Hay pocas cosas. Un ejemplo es que no producimos piezas propias, por lo que necesitamos fabricarlas en el exterior y traerlas al taller, con lo cual, a veces, nos demoramos un poco", decía Grosjean. "Ese es un ejemplo que puedo dar de unos pocos, pero ese es uno importante. Cuando a Renault llevaría a penas tres días reemplazar una pieza, a nuestro equipo para hacerlo tal vez le puede tomar tres semanas. Por ejemplo, no tuvimos tiempo de cambiar los fondos del coche para Monza, eso era lo único. La ganancia de rendimiento es cero. Absolutamente cero, cero, lo sé, pero simplemente no tuvimos tiempo para hacerlo en esa carrera, y Renault supo jugar sus cartas".
"Gunther [Steiner, director del equipo] lo sabe muy bien. Con él puedes hablar de todas esas cosas, de nuestros puntos débiles, y es genial", dijo. "Hablamos muy a menudo, pero él es consciente de las cosas que necesitamos mejorar y definitivamente es algo en lo que estamos trabajando. El resto es solo un proceso de crecimiento: conseguir más rendimiento siempre es algo que deseas, quieres ser mucho más rápido, hacer cosas grandes". Haas y Renault no solo lucharon entre sí en la pista este año, sino que también se vieron envueltos en una batalla dialéctica cuando este último lanzó una protesta contra el automóvil de Grosjean en el Gran Premio de Italia, lo que resultó en una descalificación y los cambios de puntuación que dejaron un resultado que resultó vital en el duelo de la temporada de la pareja. Aunque esto asestó un duro golpe en la temporada de Haas, Grosjean cree que era una prueba de que Renault desconfiaba y ya temía la amenaza que representaba Haas. "No creo que sea un gran movimiento deportivo", dijo sobre la protesta de Renault. "Pero sí, los estábamos asustando, lo cual es bueno. Deberían temernos aún más en el futuro", aseguraba Grosjean.