Después de una primera temporada prometedora junto a los de rojo, a Carlos Sainz le costó adaptarse al F1-75. Tanto es así que en 2022 se vio superado constantemente por su compañero de garaje y en ningún momento tuvo opciones viables de pelear por la corona. El español ha admitido que, de haber sido competitivo el monoplaza de 2021, sí habría estado a la altura, sin embargo, el sucesor no le vino bien a su estilo de conducción. Algo que espera que cambie con el nuevo SF23, al que ya hemos podido ver en los test de Baréin esta misma mañana, precisamente a los mandos del número '55'.
Espera un 2023 mejor
"Siendo honesto, probablemente con el coche del año pasado no estaba listo para pelear. Si el Campeonato se hubiera disputado tal vez con el monoplaza de 2021, sí lo habría estado. Demostré estar a un gran nivel en mi primer año con Ferrari, sin embargo, el año pasado me encontré en esa posición. En una larga trayectoria en la Fórmula 1, siempre habrá coches hechos para ti a los que te subes y, sin siquiera empujar, logras un tiempo de vuelta excepcional. Es cierto que también aprendí mucho el año pasado peleando al frente. Es diferente a pelear en la mitad de tabla. El nivel de empuje es diferente, el nivel de gestión, cómo ganar una carrera, cómo hacer una pole position, son cosas que no había estado haciendo durante nueve años. Probablemente sea una experiencia que me hará bien este año, creo", expresaba antes de subirse al SF-23 para afrontar las primeras horas de test.