La temporada 2019 ha sido un año de renacimiento para Carlos Sainz, por primera vez en la Fórmula 1 ha sentido una liberación que le ha permitido cosechar su mejor resultado global. En 2018 ya se coló en el Top 10 de la clasificación general de pilotos, pero este año ha ido más allá. El madrileño ha podido finalizar sexto, el primero de los mortales podría decirse, ya que por delante solo encontramos a los pilotos de Mercedes, Max Verstappen y a los pilotos de Maranello. Sainz ha logrado llevar su nombre al sexto mejor lugar con McLaren, superando a uno de los Red Bull. Carlos y Albon lucharon hasta el último momento por la sexta plaza, pero la fortuna decidió sonreír al piloto español.
Tras años vinculado a la academia de jóvenes pilotos de Red Bull y debutar con Toro Rosso en la F1, la presión era parte segura del entorno de Carlos Sainz. En 2018 ya abandonó la férrea disciplina de los de Milton Keynes, para unirse a Renault. Sin embargo, parece que la verdadera madurez del madrileño como piloto ha llegado en 2019, junto a McLaren. A lo largo del año hemos visto una gran complicidad entre ambos pilotos del equipo de Woking, lo que habla del buen ambiente que se ha generado en McLaren. El español asegura que tener el ambiente y la mentalidad adecuados le ha permitido mostrar una versión personal que quizá muchos no habían visto. Una mayor seguridad en sus acciones en pista y grandes resultados que permiten un progreso personal del piloto y también del equipo.
La duración de su contrato sacó su mejor versión
"Creo que esa estabilidad me ha dado la oportunidad de mostrar un nuevo Carlos, que tal vez el paddock en general o mucha gente no había visto. Sabía que tenía eso dentro, solo necesitaba el ambiente correcto, supongo, y la mentalidad correcta. Nunca tuve esa seguridad. E incluso cuando no quieres pensar en ello, existe esa presión para lograr resultados inmediatos. He hecho algunos cambios del 2018 al 2019 que seguramente han ayudado, pero principalmente tener esa estabilidad me ha dado esa confianza extra para realizar adelantamientos como el de Max en Bahrein. Tal vez antes me lo hubiera pensado dos veces. Necesito aferrarme al quinto o sexto puesto que tengo en un momento concreto de carrera, porque es un muy buen resultado para mí y no puedo perder tiempo en atacar. Este año he podido tener esa mentalidad de 'no, solo voy a apretar, voy a tratar de hacer lo mejor que pueda', porque finalmente tengo un poco de estabilidad y estoy en un lugar donde puedo ser yo mismo más a menudo".