El piloto madrileño trató de expresar sus emociones y pensamientos al término de la carrera de Austria. Justo cuando se disponía a superar a Max Verstappen en pista para asegurar un doblete del equipo rojo de Maranello en casa de su rival. Justo en ese instante se pudo escuchar en la retransmisión cómo su Ferrari se rindió antes de tiempo, algo en el corazón de su coche se rompió, el humo y las llamas no tardaron en aparecer. No hubo más remedio que hacerse a un lado y aceptar lo sucedido, eso sí, la actuación de los comisarios de pista fue nefasta. El coche del madrileño caía cuesta abajo y nadie acudía a socorrerlo, si continuaba frenando se quedaba entre las llamas y si salía, el coche seguiría cayendo.
Un comisario acudió finalmente, pero fue mayor la torpeza que la ayuda, es más acudió con extintor y sin guantes. A otro se le vio acudir con extintor, pero a mitad de camino dejó el extintor y se dio media vuelta. Inaceptable lo que sucedió en el Red Bull Ring, el Ferrari quedó calcinado en esa zona y Carlos tuvo que saltar a la desesperada ante la ineficacia que se vio. En cuanto al campeonato, las pérdidas son bastante dolorosas, tanto para Carlos, que vuelve a aumentar en mucho la diferencia con su compañero, como para el equipo en su batalla con Red Bull.
Carlos Sainz:
"Hoy es difícil encontrar las palabras correctas, ya que estaba claro que un doblete era bastante sencillo. Hoy he tenido un ritmo fuerte, especialmente con el neumático duro. La degradación fue muy alta pero la manejamos bien. En el último stint, el coche se mostró realmente bien en la pista hasta que obviamente tuvimos el problema y tuvimos que retirarnos".
"El resultado de hoy es difícil de aceptar, ya que le costó al equipo y a mí una cantidad importante de puntos para ambos campeonatos. En el lado positivo, me siento cada vez mejor en el coche, más cómodo en cada carrera, y eso me mantiene motivado. Somos rápidos, y eso es lo más importante. ¡Felicidades a Charles por la victoria! ¡Seguiremos empujando!".