Ferrari afronta un fin de semana crucial para sus aspiraciones en el Campeonato del Mundo, si es que a día de hoy aún cree que puede pelearle el título al equipo Mercedes, aunque quien más presión deberá superar en este Gran Premio es Sebastian Vettel, que además de ser uno de los grandes señalados en esta primera mitad de la temporada, compite en Alemania como anfitrión, por lo que todas las miradas estarán centradas en su actuación. El tetracampeón del mundo admite que llega dispuesto a competir al máximo de sus capacidades, aunque como bien indica, eso no significa que pueda luchar por la victoria (como sí hizo el año pasado antes de cometer un error y arruinar su carrera), ya que los hombres de Mercedes parecen contar con un ritmo casi inalcanzable, como dejaron patente hace dos semanas en Silverstone.
"Es especial correr en casa. Estuve muy cerca de ganar en 2018, aunque este año estamos en una posición menos sólida, así que veremos cómo transcurre el fin de semana. Tengo la mente abierta, va a hacer mucho calor y luego refrescará. Quiero ganar, eso seguro, pero también soy realista. No siento que seamos los favoritos en este Gran Premio, sin embargo, tenemos oportunidades. Para mí por eso tiene sentido competir, ya que tienes una oportunidad. Además, tengo a mucha familia y amigos aquí. Los preparativos han sido tranquilos. Me encanta este sitio, y además está cerca de mi casa. Tengo buenos recuerdos del ambiente. El resultado del año pasado no fue genial, por supuesto, pero esta vez espero que podamos hacerlo bien", ha comentado en la rueda de prensa previa al Gran Premio de Alemania.
Su meta sigue siendo el número 1
Asimismo, el de Heppenheim ha querido aclarar sus últimas declaraciones, en las que apuntaba al poco agarre trasero del SF90 como uno de los principales motivos de su pérdida de rendimiento. El germano asegura que desde el equipo se ha trabajado para poner a punto el monoplaza. Igualmente, señala que su objetivo sigue siendo superar a Mercedes, por lo que no quiere centrarse exclusivamente en Red Bull, que en las últimas pruebas parece haberse situado a la altura de los hombres de Maranello: "Hemos tenido ocasiones en las que el coche parecía que iba bien y otras en las que era más difícil de pilotar, pero eso depende mucho del circuito, así que es algo normal. En las últimas carreras nos dimos cuenta de lo que nos hacía falta, por lo que hemos progresado. No somos tan competitivos como queremos, pero somos conscientes de la dirección en la que tenemos que ir. Mercedes tiene ventaja sobre todo el mundo, y en velocidad son la referencia, mientras que Red Bull a veces está más cerca, pero ellos no son el objetivo, sino luchar por victorias y ser mejor que Mercedes", ha continuado.
Entretanto, Vettel no se ha atrevido a vaticinar cuántos años más seguirá compitiendo en la Fórmula 1, aunque admite que la presión mediática no le preocupa, ya que él es el primero en ser exigente consigo mismo cuando sabe que ha cometido errores o no ha dado el cien por cien dentro del coche: "No soy tan guapo como Kimi, de modo que no seré tan guapo como él cuando tenga 40 años. No sé si seguiré aquí. Depende de cómo vaya el deporte, del próximo año y también de 2021, así que veremos qué pasa. No sé hasta qué año estaré aquí. Los Fórmula 1 son los coches más rápidos. Me da mucha alegría pilotar y tengo la motivación alta para trabajar con Ferrari. Siempre me pongo presión, por lo que no puedo estar contento con mis últimos resultados. Algunos errores fueron mayores que otros, pero lo importante es seguir progresando. La presión que me pongo es mayor a cualquier factor externo. Yo sé si he tenido la oportunidad de hacerlo bien o no, de modo que soy mi mejor juez", ha añadido para concluir.