Un año más, Sergio Pérez se está quedando a la sombra de Max Verstappen. Pese al buen arranque de temporada del mexicano, sus resultados se han ido diluyendo hasta perder por completo la estela de su compañero de garaje. El nivel abismal del bicampeón del mundo, unido a su mayor adaptación al RB19, han hecho que Checo haya pasado a un segundo plano, viéndose amenazado en la General incluso por Fernando Alonso y Lewis Hamilton. El número '11' reconoce su irregular rendimiento, aunque se escuda al afirmar que ningún piloto está exento de atravesar una mala racha.
A años luz de Max
"Está en mis manos, por eso estoy enfocado en mí mismo. Soy un ganador y no me gusta tener malos fines de semana. No es para lo que estoy aquí, ya que si no preferiría estar en casa haciendo otra cosa. Estoy aquí porque sé que puedo hacerlo bien. De hecho, ya lo he hecho en el pasado. La gente sentada en el sofá olvida cuánto somos en los pequeños detalles. Se ha visto con otros pilotos que en sus equipos han tenido períodos complicados", ha comentado en declaraciones recogidas por el medio RacingNews365.