Uno de los factores que más importancia tiene en un deporte como la Fórmula 1 es, sin lugar a dudas, el tiempo. Un piloto puede llegar a la categoría siendo una gran promesa, pero si con el transcurso de los años no es capaz de hacer efectivo su talento, por el factor que sea, acaba cayendo en el olvido. Precisamente, eso es lo que piensa Sergio Pérez que le está ocurriendo. Y es que el piloto mexicano desembarcó en la Fórmula 1 con el "cartel" de futuro campeón del mundo, pero el actual sistema de la categoría, donde solo optan al título aquellos que forman parte de una de las tres grandes escuderías (este grupo podría reducirse sin ningún problema a dos si descartamos a Red Bull), le está perjudicando en demasía.
Sergio Pérez permaneció en la sombra a lo largo de 2018 a pesar de realizar una buena campaña, sinónimo de que necesita un mejor monoplaza para continuar progresando en el deporte y poder entrar en la ansiada pelea por el Campeonato del mundo. Sin embargo, es algo que ni siquiera se plantea a corto plazo, pues a día de hoy Racing Point se encuentra muy lejos del rendimiento de las grandes favoritas. Y así seguirá siendo, a priori, durante las próximas temporadas, siempre y cuando la normativa no abogue por lo contrario. El piloto nacido en Guadalajara admite la complejidad de la situación que está atravesando en la actualidad, pues ha pasado de ser uno de los grandes protagonistas de la categoría a convertirse en un integrante más de la zona media de la parrilla. Algo que no cree justo, ya que, como él mismo afirma, ha logrado derrotar a todos los compañeros con los que ha compartido garaje. Unos datos que han pasado desapercibidos, pero de los que muy pocos pueden presumir.
Un paso atrás en su carrera
"Siento como si la gente se hubiera acostumbrado a mi presencia en la Fórmula 1. Cuando era nuevo, todo el mundo hablaba de mí y de que era el próximo gran talento. En 2017 terminé como el mejor del resto, y además he vencido a todos mis compañeros de equipo", ha comentado en unas declaraciones concedidas a la publicación alemana Auto Bild.
Por otra parte, "Checo" ha querido hacer referencia al nombramiento de Lawrence Stroll como nuevo mandatario del equipo, y es que son muchos los que piensan que este hecho favorecerá a su hijo, Lance Stroll, que esta temporada competirá a los mandos de la escudería de Silverstone. A pesar de ello, Pérez confía en que la experiencia y la madurez en la categoría primen más que el apellido y, por tanto, sea él quien se apropie del título de piloto número uno: "Con la edad adquieres más confianza, ya que sabes cómo funcionan las cosas. Creo que la experiencia te ayuda a la hora de saber cómo puedes llevar un equipo y cómo lo puedes construir alrededor de ti, así como el progreso que puedes hacer con tu coche y con la configuración", ha señalado el mexicano para concluir.