Los obstáculos continúan para la escudería de Brackley con su nuevo monoplaza. Ni Lewis Hamilton ni George Russell han conseguido domarlo y tampoco entenderlo, por lo que sacar todo su potencial es una tarea titánica tanto para los ingenieros como para los que se ponen detrás del volante. Toto Wolff no entiende por qué tiene este comportamiento tan errático, da igual la pista en la que compitan, las sensaciones siguen siendo igual de malas que hasta ahora.
Toto Wolff:
"Creo que el coche tiene buenas fortalezas, pero es muy difícil extraerlo desde el punto de vista de los reglajes y también de pilotar. Si los pilotos tienen confianza, el coche puede ir rápido. Cuando vamos más allá del filo de la navaja, el coche se vuelve realmente difícil y es bastante impredecible. Esta mañana parecía que estábamos en una buena posición, aunque no creo que puedes extrapolar este resultado. Pero, al menos, parece más alentador que en Bakú".