Los de Barckley han tenido un comienzo difícil de temporada, y su monoplaza ha demostrado no ser rival para los coches de Red Bull y Ferrari. Tocaron fondo en Imola el fin de semana pasado, donde ninguno de sus pilotos llegó a la Q3 en la clasificación. Cuando el piloto británico de Stevenage cruzo la meta, Wolff abrió la radio del equipo y se disculpó con él por haberle dado un coche imposible de pilotar, y le prometió al heptacampeón que la escudería encontraría una salida a sus problemas.
Toto se queda
En los días de gloria del octavo campeonato consecutivo de constructores de F1 de Mercedes, Wolff tuvo muchas oportunidades de vender su participación en el equipo y salir del Gran Circo. Sin embargo, cuando surgió la posibilidad de considerar vender sus participaciones y mudarse a las Maldivas en tiempos de crisis, Wolff dejó claro lo que haría: "El problema es que estaría muerto en las Maldivas sin hacer lo que estoy haciendo aquí. La actividad en el equipo, el desarrollo del equipo, es lo que realmente disfruto".
"La Fórmula 1 está en auge, por el lado de los ingresos, las cosas van muy bien y esto es lo que realmente quiero hacer toda mi vida. En ese sentido, hasta ahora no me he planteado la cuestión de decir 'ya está'. Sería como un jefe de proyecto o un empleado que dice: 'Esto ya lo he hecho, me iré a lo grande con el récord'. Pero no, eso no va conmigo".
Wolff afronta la temporada más difícil para ellos en era turbo híbrida y acepta el bofetón de realidad con la cabeza alta. "Una enseñanza de que nadie es invencible en la F1". Están motivados para mejorar y solucionar los fallos del monoplaza. Cuando se le preguntó si creía que el personal del equipo había perdido su talento, Wolff dijo: "Mi respuesta espontánea sería: no puedes desaprender. Pero luego la pista nos enseña algo más. También se trata de mantenernos siempre humildes, y eso es lo que nosotros somos, y decir: 'Mierda, nos equivocamos'. Ahora tienes que aceptar eso. ¿Dónde nos equivocamos? Durante mi mandato, logramos ocho títulos seguidos y ahora nos hemos equivocado. Porque no es que estemos a solo tres décimas de distancia".
"Pero en cuanto al desarrollo de nuestra personalidad y los valores de nuestro equipo, por muy mal que vaya, este es un aprendizaje importante: no hay nadie que sea infalible. Lo estamos viendo ahora mismo. Pero el equipo es capaz de dar la vuelta a las cosas", así lo explica el directivo de Mercedes.