El piloto de Red Bull, Max Verstappen, cuenta cómo compartían momentos en casa junto a la familia de Mick cuando ambos eran pequeños. Jos y Michael compartían profesión y pasión por las carreras, sus familias se juntaban algunos fines de semana y disfrutaban en compañía. Ahora son sus hijos los que han heredado esa pasión por la competición y están presentes en la categoría, como antes lo estuvieron sus padres. Max recuerda haber jugado con Mick de pequeños, incluso sin entenderse, pues no hablaban aún ningún idioma en común. Sin embargo, eso no es problema para un par de niños con ganas de jugar según cuenta el neerlandés. El piloto de Red Bull se pone en la piel del piloto debutante de Haas, uno de ellos, pues sabe que el alemán tendrá muchos focos persiguiendo todo lo que hace, siempre ha sido así. Pero confía en que tiene un buen ambiente a su alrededor. Cuando tan solo era un niño, Max no sabía de la leyenda creada por Schumacher en la F1, no sabía de sus éxitos, para Max era el tío Michael.
Max y Mick compartían algunos fines de semana
"No, no lo sabía, tenía tres o cuatro años, solo sabía que era el tío Michael, un hombre muy agradable. Era un verdadero hombre de familia, pero no sabía que era el conductor más exitoso de la Fórmula 1. Todavía tenemos fotos y vídeos viejos en casa. Mick siempre estuvo allí también, junto con Gina [la hermana de Mick]. Fue divertido y todavía tengo buenos recuerdos de esos fines de semana. No sé cómo nos hablábamos en ese momento, porque todavía no sabía alemán. Pero para dos niños pequeños no es un problema comunicarse, incluso si no hablan el mismo idioma. Aunque es diferente para él que para mí. Su padre es el campeón récord, con siete títulos. Esa es una posición difícil desde la que empezar. Incluso durante sus días en el karting siempre hubo mucha atención para él. En la Fórmula 4, la Fórmula 3 y ahora la publicidad a su alrededor solo ha crecido. Está en un buen ambiente y tiene buenas personas que se preocupan por él. Lo hacen muy bien".