El piloto neerlandés de Red Bull volvió a no tener rival, el ritmo de su monoplaza anuló las opciones de Charles Leclerc. Max Verstappen tenía penalización por cambio de elementos y eso le llevaba de la segunda a la séptima posición en la salida. Pero quedó claro que eso no era problema para él, se mantuvo a salvo cuando tocaba y adelantó rápido a sus circunstanciales rivales. Rápidamente se colocó a la estela del Ferrari de su rival, pero con la degradación a su favor.
En Red Bull apostaron por una mejor configuración en carrera y eso ayudó en la gestión de las Pirelli. En cuanto a ritmo y degradación, Verstappen no tuvo rival hoy tampoco. Lo único que puso en jaque su victoria en Monza fue la salida del Safety Car por el abandono de Daniel Ricciardo. Sin embargo, la carrera no iba a reiniciarse y acabaría cruzando la meta sin relanzarse y sin dar la oportunidad a Leclerc de lanzar un ataque.
Las distancias se siguen ampliando y Max suma un nuevo triunfo, nunca había subido al podio en Monza. Pero está en racha y subió para volver a escuchar su himno, quinta victoria consecutiva y la undécima de un mundial que cada vez se le pone más de cara para convertirle en Bicampeón del Mundo.No parece que esa fecha esté muy lejos, veremos cuándo sucede y si alguien puede aplazarlo.
Max Verstappen:
"En la primera vuelta tuve que tener cuidado, pero tuvimos un buen comienzo y salimos limpios en la primera chicane y para mí eso era lo más importante, no meterme en problemas. Luego progresamos muy rápidamente a P3 e incluso a P2, luego pude fijar mi mirada en Charles y pude ver que teníamos una mejor degradación de los neumáticos".
"En general, si miras el ritmo de nuestro coche este fin de semana, especialmente hoy, creo que fuimos fuertes. El ritmo fue bueno con todos los neumáticos y fuimos cómodamente los más rápidos en la pista. Tienes que intentar ser lo más perfecto posible y en la mayoría de las ocasiones esta temporada hemos estado bastante bien".